Mi querido Río San Juan está sobrecogido por un repunte de descrédito y diversas tipologías delictivas que han tomado rumbo sin freno.
Hoy, con contundencia a este siniestro problema que afecta nuestro pueblo, debemos ponernos de pie y llamar acción a la fuerza militar para encarar este peligroso desafío, que sin sentimiento y sin dolor han querido empañar las bondades y el trabajo, de tantos hombres y mujeres que han luchado para que este hermoso destinos turístico de la costa verde, esté navegando en el mundo como el mejor y elegible lugar para disfrutar de sus encantadores atractivos.
En tono de firmeza usado para advertir a los que han querido empañar a Río San Juan, les digo que no podrán, tenemos la esperanza de que llegará el momento que este aborrecible mal que agobia nuestro pueblo y ensombrece la paz social terminará.
Cerremos nuestros oídos a esas voces llenas de maldad, que desde una cabina quieren empañar nuestro Río San Juan, solo con el propósito de multiplicar sus "views". Abramos los ojos para ver el poder que desciende del cielo para ayudarnos a enfrentar a los Goliats y derrotarlos, Río San Juan no está solo, nos duele.
Seamos ñoño con Río San Juan, no podemos acobardarnos por las palabras hirientes que hoy nos quieren dejar en vergüenza, palabras de maldición, que han sido desatadas por nuestros enemigos. Al contrario compueblanos, tenemos que enfrentarlos, porque si no lo hacemos, nuestro propósito se pierde. No hay que prestar atención a lo que con su enanismo dicen los gigantes, sino seguir promoviéndonos como la capital turística y cultural de la provincia María Trinidad Sánchez.
Con responsabilidad manifiesto que esto da miedo ver comunicadores levantar voces para dañar un pueblo de gente trabajadora, estos malvados solo resaltan desaciertos, y lo exageran, teniendo este Río San Juan tantas bondades y cosas por la que se puede hablar.
Entiendo en esta acción de cabina existe un chantaje y hay que ver los protagonistas que están detrás.