
Francisco Silverio Noble -Pancho-
Río San Juan.- Con el mérito de recordar sus aportes al arte musical y al embellecimiento arquitectónico de esta comunidad, fue sepultado este miércoles el ex maestro de música y maestro constructor Francisco Silverio Noble –Pancho-. Su deceso ocurrió en horas de la tarde de este martes luego de padecer quebrantos de salud durante mucho tiempo. Tenía 90 años.
Pancho Silverio, nació el 12 de Julio de 1919 en el municipio de Moca, Provincia Espaillat. Sus padres fueron los Sres. Ramón Silverio Guzmán y Cástula María Noble Valdez, padre de 18 hijos.
A la edad de 13 años inició sus actividades sociales como músico en la Banda Municipal de Moca, junto a figuras conocidas en el arte tales como Papa Molina y familia De León Pereyra.
Años más tarde se destacó en la Banda Municipal de Puerto Plata; tuvo otra etapa en la que se destacó como ebanista también en la ciudad de Puerto Plata, muy reconocido por la familia Gómez.
En la década de los años 50’ llega a la ciudad de Higuey, provincia Altagracia, donde prosigue sus actividades en el arte musical. Fue maestro general en la Basílica de Higuey, luego ejerció como profesor de música en el Municipio San Rafael de Yuma.
En los años 60 y 70 trabajó en la comunidad de Río San Juan como maestro de construcción de la Compañía Conte & Alacia, empresa que fabricó la carretera Puerto Plata-Nagua-San Francisco de Macorís.
En Río San Juan, alternó su oficio de maestro constructor durante el día, con el de maestro de música por las noches; oficios ambos de lo cuales disfrutaba enseñar. Pancho, el Maestro, se le veía siempre rodeado de jóvenes ansiosos por aprender el oficio de la albañilería, ebanistería y música.
Entre sus discípulos estuvieron los hoy ingenieros Félix Díaz y Gabriel Méndez. También los albañiles Gilberto Polanco, Florentino Duarte, y sus hijos Chicho y Rafaelito Silverio, quienes también son músicos gracia a la enseñaza de su padre.
En los años 70 viajó al exterior a las islas San Marcos y Aruba, bajo la corona Holandesa y Francesa, en las cuales se le hizo un reconocimiento de arquitectura por su amplio nivel en la materia.
Devuelta al país, entonces en 1980, inició la labor de constructor de interiores.
En el año 1982 trabajó en las propiedades del ex presidente Don Antonio Guzmán Fernández; allí construyó los tanques de regadío en la sección Los Cacaos, y también le remodeló su residencia.
En la década de los 90 vuelve a la ciudad de Santo Domingo y destaca su amor y dedicación al arte musical desempeñando la función de profesor de música en el Ataneo Palacio de Bellas Artes y Cultos, realizando alrededor de 25 conciertos clásicos, obras sinfónicas y operático en el Teatro Nacional de Santo Domingo, Bellas Artes, y otros más.
Dos años atrás se le presentó un problema de salud que lo mantuvo delicado, pero nunca dio indicio de flaquear, la música estaba en su espíritu.
Terminó su faena musical a la hora de su muerte, ya que esta representó un gran espacio en su vida.
El profesor Francisco –Pancho- Silverio fue una persona muy afable, buen consejero, buen amigo, de hecho el típico hombre de bien para la sociedad humana.