Veinte fuentes sin una gota de agua (la Primada carece de abolengo). Un Antón de Montesinos congelado en bronce silencioso (la Primada es un desorden de héroes en lugares insólitos). Un Malecón que acepta cualquier marca de ron (no hay tiempo para pisar despacio sus aceras). Una avenida huérfana de sombras (la tribu se ha hecho inevitable hasta en domingo). Una astucia citadina que se reproduce en un motor sin muffler (la Primada es una aldea recrecida). Cinco puentes que unen la miseria y miles de sospechosos que se esconden tras los cristales de un carro exonerado… (En resumen, si uno no la quisiera tanto Santo Domingo sería una porquería).
