Siguiendo con un tema que comencé a comentar la pasada semana, y del que seguiré aportando aristas, confirmo que la red que se viene dedicando a extorsionar y chantajear a través de medios de comunicación a figuras públicas de diversas áreas del quehacer cotidiano viene a ser algo así como una especie de sicariato mediático. Quien no cae en la trampa de ceder a sus pretensiones, primero es amenazado con un “te vamos a acabar porque bajaremos con to’ los jierros”, y si ante esa advertencia, el blanco escogido no cede, entonces viene el bombardeo fuerte, que no para mientes en afectar familias, y dañar honras y reputaciones, utilizando para ese “fusilamiento” una especie de cadena de medios que incluye espacios radiales y televisivos, así como diarios digitales, amén del uso de las redes sociales para re-difundir inventos y diatribas. Dice con sabiduría nuestra gente del pueblo que “no es lo mismo llamar al Diablo que verlo llegar”, y esto bien podría aplicarse a quienes abusando del posicionamiento que les da el uso de medios, están procurando la vida fácil buscando beneficios pecuniarios con extorsión y chantaje, y les podría explotar algo grande en las manos, o en medio de una partida de dominó. Más de uno de los extorsionados se está por poner los pantalones …y actuar en buena lid, con los medios que la ley pone en sus manos. No se vayan, amigos, porque esto parece que se pondrá bueno, pero muy bueno…
Las víctimas
Entre las víctimas de este grupo delictivo, porque su actividad es delincuencial en todo sentido, no solamente hay funcionarios de primeros niveles en el Gobierno, sino también legisladores, jueces, empresarios, artistas, suplidores del Estado, políticos oficialistas y opositores, y hasta uniformados. Lo cierto es que estos “sicarios mediáticos” presumen de estar bien y mejor informados que muchos organismos de inteligencia, y hasta fanfarronean de sus supuestos vínculos con estos. Pero, les están dando seguimiento. Ya veremos…