El inicio del X Congreso del PLD, dejó claramente establecido, la hegemonía absoluta de Danilo Medina en esa organización, por lo que todos los demás temas, se convirtieron en una plataforma para un ejercicio gatopardista.(cambiarlo todo, para no cambiar nada)
A partir de esta nueva realidad, quien se mantenga en esa entidad política, debe tener claro, que tiene que someterse al mando de un único liderazgo. El que tenga otra visión y piense de manera diferente, sencillamente tendrá que buscar nuevos horizontes.
Ante la presión de un sector del PLD, que se llamaron corriente renovadora y que se consideran los representantes de las nuevas generaciones, Danilo le respondió como lo hizo Bosch en marzo del 1991. Amenazando con retirarse de la presidencia del PLD, para provocar la reiteración de su liderazgo a todos los niveles.
Con la reunión del Comité Central los renovadores quedaron fuera de circulación, aislados, a la defensiva y a merced del líder indiscutible. Pero no fueron solos los renovadores que recibieron un duro golpe en esa actividad, sino que los otros grupos que desde la sombra bailan al margen de la música que toca Danilo, también fueron aplastados.
Abel Martínez fue el primero que percibió que Danilo tiene los juegos pesados, ya que en esa reunión del Comité Central, fue relegado e ignorado por los miembros de ese organismo. Danilo jamás le perdonará su osadía de reunirse con Abinader, asumiendo funciones propias del Comité Político y suyas propias.
El otro sector que fue humillado en esa actividad, son los llamados quinta columnas de Leonel dentro del PLD, los cuales, hacia lo interno de la organización morada, son acusados de apoyar a Fernández, hasta con recursos económicos.
Esa es la verdadera razón de que Danilo llamara ratas a quienes traicionaron al PLD, desde adentro. Ese fue un golpe letal y sorpresivo, que como se diría en el lenguaje boxístico, le sacó el aire a esos connotados dirigentes del Comité Político.
La estrategia en esta ocasión le funcionó a Danilo, por lo que al llegar a la reunión del Comité Central, las condiciones estaban creadas a su favor, para tomar el control total del PLD. El ex presidente Medina apeló a lo mismo que hizo Bosch en marzo del 1991.
Esa estrategia puso en movimiento a todo el danilismo, que lucía rezagado, para que con armas en mano, aplastaran de un sólo golpe, toda la resistencia hacia su líder. Simplemente a partir de ahora lo que diga Danilo en el PLD es lo que va.
Las voces que todavía vemos que se levantan, solicitando que se profundicen en las causas de la derrota vergonzosa del PLD en las pasadas elecciones, serán acorralados y finalmente empujados a abandonar la organizaron.
Danilo tratará de reeditar el PLD de Bosch, una organización de escasos militantes, pero disciplinados, puros y diferentes a los demás mortales. La dificultad del sultán del sur para lograr sus propósitos, es que tendrá que tomar decisiones que afectarán a personas de sus afectos.
Mientras eso ocurre, muchos se desesperarán y harán sus maletas para marcharse a la FP, organización que con Omar o Leonel, tendría reales posibilidades para el 2028. Otros tomarán otro rumbo, ya sea buscando cobija en el PRM, o formando su propia entidad política.
Es bueno recordar, que cuando Juan Bosch formó el PLD en 1973, en el país se vivía en periodo, donde se le daba un gran valor a la lucha ideológica, los principios y valores por la causa revolucionaria era levantado con fuerza por la juventud. Eso fue lo que permitió el desarrollo, fortalecimiento y crecimiento de un partido de la pequeña burguesía como era el PLD.
La lucha por la Liberación Nacional, en contra del imperialismo y la dictadura ilustrada de Balaguer, eran los objetivos de quienes decidían militar en el PLD. Por la causa, se entregaban con disciplina, sin buscar nada personal, vendiendo periódicos y sometiéndose a los rigurosos círculos de estudios, para adquirir la categoría de miembros de una organización élite.
Recuerdo en ese tiempo, que militaba en una organización de izquierda, que considerábamos al PLD como una logia, donde sus miembros, debían ser impolutos y ejemplos para la sociedad. Recuerdo su grito de guerra al estilo nazi: "Ser peledeista, es ser un soldado, consciente, consciente y disciplinado".
De todas maneras, le deseo suerte a Danilo Medina, en sus pretensiones de conformar un partido disciplinado y sin ambiciones personales. Si Bosch lo logró a partir del 1973, Danilo podría hacerlo en el 2024, aunque con mayor esfuerzo, porque la mentalidad del dominicano ha cambiado, como ha cambiado nuestro mundo.
Finalmente, creo que sería injusto criticar a Danilo por querer tener su PLD, ya que en su momento Balaguer tuvo su PRSC, Peña su PRD, Bosch su PLD y Leonel ahora tienen su FP.