Burgos, España.- Hacía un frío ‘pelú’ y llovía sin parar el pasado 18 de mayo en Burgos, España, pero eso no impidió que los Tejada celebraran, y no porque Leonel y el PLD habían ganado dos días antes las elecciones dominicanas sino por Zaira y su hermanito Alexander.
Es más, ellos ni siquiera estaban al tanto del proceso electoral dominicano, porque son aún dos hermosos bebés. La celebración era precisamente porque uno hacía su primer compromiso religioso con Dios y el otro se entregaba a él.
Zaira, una hermosa niña de ocho años, celebraba su primera comunión, mientras que Alexander, de 10 meses, recibía sus aguas bautismales en la parroquia Inmaculada Concepción bajo la bendición del sacerdote Emiliano Rodríguez, y en donde Teresa Filgueira, abuela materna, y su tío Oscar Seijas se lucieron como padrinos, quienes mojaron a Alexander no sólo con el agua que caía, sino también con el agua bendita.
Entre risas, tragos, comidas y chillidos, familiares y amigos se encargaron de abarrotar el restaurante Tres Treintaitres para una fiesta hasta el amanecer. El merengue, la bachata, el regueatton y hasta música de salón fue bailada sin descanso por los asistentes, que entre chupitos de Whiskie Chivas, Orujo de yerbas y champán tuvieron su momentito para echar de menos a aquellos que por la distancia no pudieron estar presente físicamente, aunque sí en pensamiento.
Sino pregúnteles a los hermanos Joel, Aileen, Junior, y sus abuelos Luis Tejeda y Ana Dilia Méndez, a los tíos, primos y demás familiares que fueron de una forma u otra parte de la celebración.
Y como dicen Juan Luis Tejada y Begoña Pita Filgueira, los padres de los festejados: “Para los que no quisieron whiskie, le tenemos vino Rioja o Coto, y para comer, Gambas a la plancha, tabla de embutido iberico, calamares fritos, cigalas, tortilla española, croquetas, merluza en salsa de marisco y solomillo en salsa de seta”. Sin olvidar el pastel.
Lo malo fue que a medida que la lluvia paraba y la celebración cogía calor, el reloj corría y hubo que parar porque era domingo y al día siguiente había que trabajar. Pero no se crean, la culpa la tuvieron los adultos, porque Zaida y Alexander no tenían compromisos, y aunque con un poco de sueños, estaban listos para seguir celebrando. Es más, hasta planificaron que el próximo fiestón va a ser en playa Grande, en Río San Juan.