Hoy 26 de enero, el pueblo dominicano celebra el 212 aniversario del natalicio de Juan Pablo Duarte y Díez, uno de los principales padres fundadores de la República Dominicana. Duarte nació el 26 de enero de 1813 en la ciudad de Santo Domingo.
Su madre Manuela Díez Jiménez era oriunda de El Seibo (República Dominicana), y su padre Juan José Duarte Rodríguez, procedente de Vejer de la Frontera (Cádiz, España), eran una familia de comerciantes que se dedicaba al comercio de artículos de marina y ferretería en la zona portuaria de la capital dominicana.
A temprana edad, Duarte mostró una gran capacidad intelectual. A sus seis años inició formalmente su educación, primero con su madre y luego con una maestra llamada Montilla, en su pequeña escuela. Más adelante, Duarte fue admitido en la escuela primaria de varones donde sobresalió por su inteligencia y ambición de querer conocer más. Fue discípulo del doctor Juan Vicente Moscoso Carvajal con quien realizó estudios superiores de latín, filosofía y derecho, debido al cierre de la universidad por parte de las autoridades haitianas.
En 1828, a la edad de 15 años, Juan Pablo Duarte, acompañado del comerciante catalán Pablo Pujol, viajaría a Europa por cuestiones académicas pero, antes tuvo que ir a los Estados Unidos de América. Antes de zarpar rumbo a Norteamérica, su anhelo de independizar a Santo Domingo comenzó cuando el capitán del barco español que lo llevaría le dijo que si no le daba vergüenza decir que era haitiano, a lo que el joven respondió «yo soy dominicano», sin embargo el español le contestó despectivamente: «tú no tienes nombre, por que ni tú ni tus padres merecen tenerlo porque cobardes y serviles inclinan la cabeza bajo el yugo de sus esclavos». El adolescente al oír la respuesta sintió lo siguiente:
“La vergüenza, la desesperación, que me causó tal confesión de que merecíamos ser tratados tan sin ninguna consideración me impidió pronunciar una palabra, pero juré en mi corazón no pensar ni ocuparse de proporcionarse los medios, sino de probarle al mundo entero que no tan sólo teníamos un nombre propio, dominicanos, sino que nosotros (tan cruelmente vilipendiados) éramos dignos de llevarlo.”
A partir de esa experiencia empezó a estudiar, empezando por perfeccionarse en el estudio de los idiomas. Atravesaría por la ciudades de Nueva York (Estados Unidos), Londres (Reino Unido), El Havre, Bayona, París (Francia) y Barcelona (España). Al finalizar su viaje regresaría al país en 1832. Manuel María Valverde le preguntaría sobre qué era lo que más le había llamado la atención en sus viajes y le había gustado y el adolescente respondió: «los fueros y libertades de Barcelona, fueros y libertades que nosotros un día daremos a nuestra patria».
A su regreso al país, Duarte se sumergió en la lucha por la independencia y contra el dominio haitiano. Fundó la sociedad secreta La Trinitaria en 1838, cuyo propósito fue lograr la independencia nacional y restaurar la soberanía dominicana, bajo el lema "Dios, Patria y Libertad". En 1840 para sus actividades públicas constituyeron otra sociedad llamada La Filantrópica que llevaba por lema "Paz, unión y amistad", y tenía una presencia más pública, tratando de difundir las ideas veladas de liberación a través de escenarios teatrales.
El 2 de agosto de 1843, Juan Pablo Duarte, Juan Isidro Pérez y Pedro Alejandrino Pina salieron al exilio para evadir la persecución del Gobierno haitiano.
En 1844, junto con Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella, Duarte lideró el proceso de separación de la parte este de la isla de la ocupación haitiana, logrando la independencia nacional el 27 de febrero de 1844.
El 14 de julio de 1876, Duarte fallece en Caracas (Venezuela) a la edad de 63 años, sumido en una extrema pobreza, tras la crisis económica sufrida con el financiamiento en gran parte de la guerra para la liberación, pero con el honor de haber alcanzado la libertad de su patria.
Como dominicanos estamos llamados a imitar la vida de este ilustre prócer que puso a disposición de nuestra patria todos los recursos necesarios para que hoy seamos un país soberano, libre de toda potencia extragera. La juventud dominicana sigue teniendo la oportunidad, todos los días del año, para acercarse a la vida de Duarte, ya no como libertadores pero sí para imitar su ejemplo civil viviendo en dignidad, unidad, ideando un nmejor porvenir para las nuevas generaciones. Los líderes políticos, por igual, deben trabajar en perseguir los ideales de Juan Pablo Duarte, que trabajó por y para la patria, jamás se sirvió de esta ni de sus privilegios, todo lo contrario, se despojó de cuantos bienes tuvo y murió en humildad.
Algunas frases de Duarte
“Vivir sin Patria, es lo mismo que vivir sin honor”.
“Dios ha de concederme bastante fortaleza para no descender a la tumba sin dejar a mi Patria libre, independiente y triunfante”.
“La nación está obligada a conservar y proteger por medio de leyes sabias y justas la libertad personal, civil e individual así como la propiedad y demás derechos legítimos de todos los individuos que la componen”.
“Mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos serán víctimas de sus maquinaciones”.
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