Lució bien. Porque mandar a parar esa vaina en el Senado satisfizo un reclamo generalizado. Lució bien. Porque acepta plenamente que a la gente hay que hablarle bien claro. Lució bien. Porque admite que hay que mostrar convincentemente, primero que nada, la razón de su invento. Lució bien. Porque somete al consenso amplio una decisión de su Gobierno.  Lució bien. Porque evidentemente está jarto (con “j”) de esa tan costosa obra de la corrupción. Lució bien. Por haber remarcado tres veces que no va a inventar con el patrimonio de este pueblo. Lució bien. Por haber decidido dejar de jugar con candela.