La clase política estadounidense le tiene pavor a dos figuras, no pueden disimular su miedo al ex presidente Donald Trump y al presidente ruso, Vladimir Putin.
Trump está arrinconado juríciamente, un juez ordenó que él y sus dos hijos mayores testifiquen bajo juramento, quizá eso no termine bien.
Joe Biden ganó porque republicanos y demócratas se unieron contra Trump.
Biden lleva un año gobernando una nación diametral e irreconciliablemente dividida, pero ahora, porque antagoniza a Putin, demócratas y republicanos se unen y lo apoyan nuevamente.
Trump es un neófito politico con una cola empresarial más larga que un cometa, por ahí pretenden neutralizarlo.
Biden está ganando, el país lo apoya frente a Putin, quien no es un neófito, tiene medio siglo de expriencia de estado, quizá no sea fácil arrinconarlo.
Si Biden sale de Trump y arrincona a Putin, toda la clase política estadounidense le agradecerá esa capicúa.
Trump cruzó la raya, compitió con los politicos por sus empleos. Ellos le toleraron y celebraron sus trampas y excentricidades, porque donaba a las campañas, se exhibían con él.
Lo conocen bien, es judicialmente vulnerable, pero nadie puede anticipar las consecuencias de sacarlo de la política.
Trump es una figura mesiánica, sus seguidores están fuertemente armados y dispuestos a guerrear imponer su voluntad política. Eso todavía no esta claro,
La amenaza de sanciones económicas contra Rusia son extrañas, Europa necesita más del 30 por ciento de sus granos y energía de Putin. Si los europeos no compran, los chinos estarán dispuestos a comprarle trigo petróleo y gas.
Además, el movimiento de Biden y Europa están acercando cada vez más a Rusia y China, esa alianza, para Richard Nixon, sería la peor pesadilla posible para Estados Unidos. Y se están acercado cada vez más Rusia y China.
En Washington hablan de sanciones con olímpico desenfado, pero cuando en Paris, y toda Europa, falte calefacción, gas para el horno, y trigo para la baguette, las “sanciones” tienen otro significado.
Biden intenta una capicúa, Putin quizá tenga fichas para trancarle el juego, todavía debemos esperar, ésto recién empieza.