Pasiones negativas, no las positivas, empujan a los votantes, pocos votan “en favor”, la mayoría vota “en contra”.
Muchas pasiones negativas adversan a los demócratas en las próximas elecciones, la inflación y la delincuencia generalizada le nublan el horizonte.
Las elecciones de medio término, históricamente siempre han sido un referendum sobre el partido gobernante y sus líderes.
Ninguno de los 435 candidatos demócratas al Congreso, ni los 35 al Senado, ni los 36 a gobernaciones estatales quieren que el presidente Joe Biden los visite.
Varias encuestas compiladas y procesadas por realpolitics.com detallan el rechazo generalizado al liderazgo demócrata.
El rechazo demócrata es el siguiente, 51.6% rechaza a Biden, 53.2% a la vicepresidenta Kamala Harris; 56.8% a Nancy Pelosi, jefa de la Cámara de Representantes, y 47.3% a Chuck Schumer, jefe del Senado.
Las pasiones y números negativos, demuestran que los demócratas la tienen difícil.
Esos números son favorables, una de las encuestas mas confiables, la de New York Times/Siena College, le asegura un 58% de rechazo; solo el 19% aprueba su trabajo.
Y el 49% de los votantes dice que votará por los republicanos, solo el 45% dice que votará por los demócratas.
Nadie discute que los republicanos tomarán control de la Cámara de Representantes, la discusión actual es ¿quién controlará el Senado?
Hasta ahora los números en Arizona, Pennsylvania, Georgia, Nevada, Wisconsin, y Ohio van favoreciendo a los candidatos republicanos.
Si los republicanos ganan ambas cámaras, la nación entrará a un territorio nunca antes visto en ningún lugar del mundo, un hombre, Donald Trump, controlará el Congreso.
Esto pondría en peligro el gobierno mismo del presidente Biden, porque Trump lo considera tan ilegítimo, como en su momento Hillary Clinton consideraba a Trump.
Nunca antes ocurrió nada igual, quizá Trump no negocie para garantizar la gobernabilidad de un “presidente ilegítimo”, todo esto es muy difícil, sumamente difícil.