"El odio es una semilla para la guerra. El perdón una semilla para la paz"
EVA MOZES KOR.
Eva Mozes a los diez años junto a su gemela Mirian, a sus padres y sus dos hermanas mayores, fue llevada al campo de concentración nazi de Auschwitz. Sus padres y hermanas fueron asesinadas en la cámara de gas, pero ella y su gemela Miriam fueron puestas al cuidado del sanguinario doctor Josef Mangele, mejor conocido como el Ángel de la Muerte.

Durante los nueve meses que Eva duró en el campo de concentración, ella y su hermana gemela, fueron sometidas a experimentos médicos inhumanos, diseñados para estudiar la genética y los efectos de algunas enfermedades, todo con el objetivo de mantener pura la raza aria alemana.
Les extraían sangre, les inyectaban sustancias desconocidas y las mantenían en observación sin recibir tratamientos, lo que les dejó secuelas físicas y psicológicas de por vida. En una ocasión Eva estuvo tan enferma por algo que le inyectaron, que en contra de todos los pronósticos pudo sobrevivir y Miriam desarrolló problemas renales que posteriormente la llevaron a la muerte, a pesar de que Eva lo donó un riñón.
A los pocos días de estar en el campo de concentración, Eva al ir a la letrina, se encontró con tres cadáveres de gemelas, lo que a pesar de su corta edad, le hizo jurar en ese instante que saldría de allí viva, tanto por ella como por su hermana gemela Miriam. Su poder de resiliencia, para soportar estoicamente el dolor, no solo le permitió sobrevivir al campo de concentración, sino dedicarse luego a la búsqueda de la paz, la defensa de los derechos humanos y educar sobre el holocausto.
Eva y su gemela que nacieron en un pequeño pueblo de Rumania, el 31 de enero de 1934, la liberaron de Auschwitz en enero de 1945, siendo llevadas a un orfanato soviético, para luego emigrar a Israel en 1950. Fue parte del ejército israelí, llegando a ser sargento mayor, para luego emigrar a Estados Unidos, donde se casó y tuvo dos hijos.
En 1984, fundó CANDLES, una organización destinada a localizar a otros gemelos sobrevivientes y contar sus historias. Se estima que logró contactar más de 100 gemelos, los cuales hicieron una gran contribución a la educación sobre la verdad del holocausto.
Eva pasó gran parte de su vida dando conferencias, escribiendo libros, guiando visitas educativas a Auschwitz y contando historias con una pasión inigualable. En 1995 visitó el campo de concentración y de pie junto a los barracones donde sufrió, hizo una declaración pública de perdón a los nazis, incluyendo al doctor Mangele, que tanto daño le hizo.
Este acto de perdón fue muy controvertido, apoyado por unos y rechazado por otros, pero para Eva perdonar era una forma de sanar y tomar control de la vida, al margen de los criminales nazis. Es famosa su frase: " Yo no podía cambiar lo que pase en Auschwitz, pero podía cambiar lo que sucedía dentro de mí".
ENSEÑANZA:
La historia de Eva y su hermana gemela, reseñada en una obra publicada en el 2009, es junto al libro, el hombre en busca de sentido de Viktor Frank, uno de los testimonios más impactantes de resiliencia que hemos conocido sobre el holocausto nazi. Aunque en el caso de las gemelas, también hay un legado no solo sobre el sufrimiento humano y la resistencia del espíritu, sino sobre la capacidad del perdón.
El caso de Eva es la mayor expresión del coraje de una niña de apenas 10 años, que sobrevivió al horror, trasformó su dolor en enseñanza y eligió la paz por encima del rencor. Murió el 4 de julio del 2019, en Polonia, cerca del campo de concentración que estuvo recluida, porque hasta el final de su vida, estuvo llevando grupos para educarlos en torno a lo que fue el holocausto.
Así como Viktor Frank, Eva decidió vivir, por lo que siempre decía que ella siendo una niña venció al nazismo, ya que pudo sobrevivir y ellos desaparecieron. Eva es el mejor ejemplo de lo importante que es la actitud mental, mantener la esperanza y la pasión por la vida, sin importar las circunstancias.
Para cada uno de nosotros, seres humanos que habitamos este mundo, su historia es una lección de resiliencia, que nos da una gran enseñanza, ya que en ocasiones nos quejamos por cualquier adversidad de la vida. Si Eva pudo sobrevivir a un campo de concentración nazi, siendo apenas una niña, que adversidad nos puede impedir vivir en libertad, con honor y gratitud ante la existencia.
Quizás lo más importante que nos legó Eva, es que no puede existir nada en la vida, por más doloroso que pueda ser, que nos lleve al odio y al resentimiento, perdiendo la capacidad de perdonar. Ella pudo perdonar a sus verdugos, a los asesinos de sus padres, de sus hermanas y a quienes abusaron de unas niñas de 10 años.
Aun así, pudo perdonar, pero con un perdón diferente, que la llevó a sanar su alma, a liberarse del odio y el dolor. Al momento de producirse el perdón, ya jamás sintió perturbación mental y la paz y la tranquilidad llegaron a su espíritu.
EVA MOZES KOR NOS ENSEÑÓ QUE NO EXISTE NADA EN LA VIDA, QUE NOS IMPIDA PERDONAR.