Río San Juan.- Con un cementerio en franco deterioro, solitario y sin dolientes rindiendo respeto a sus seres queridos fallecidos transcurre este dos de noviembre el Día de los Difuntos en este municipio.
Mientras la mayoría de los cementerios del país se encuentran abarrotados de personas llevando flores, prendiendo velones y acondicionando la tumba de sus descendientes fallecidos, en este municipio sucede todo lo contrario. La soledad y tristeza saludan la atmósfera soleada que testigo de la indiferencia inunda sus solitarias vías de acceso a las miles de tumbas que alberga.
Un recorrido al mediodía de este jueves por el campo santo mostró con cara de tristeza que los muertos de este municipio no tienen dolientes.
Tumbas solicitarías y abandonadas, sin flores ni velones, y sobre todo, cerrada la puerta principal, y total ausencia de una plegraria por sus almas, fue lo encontrado en nuestro recorrido.

Las paredes sucias y sus calles tristes y solitarios fueron las protagonistas del Día de los Diuntos en el cementerios municipal de Río San Juan.
Ni siquiera el zacatecas y su acostumbrado perro guardián llegaron este día al campo santo. Tampoco el escaso galón de yerbicida que recibe del cabildo le alcanzó para matar las malezas en los alrededores y las vías de acceso a las olvidadas tumbas.
¿Indiferencia, irrepeto, insensebilidad u olvido? La respuesta puede ser una o todas juntas. A juzgar por el panorama se puede simplemente decir que los muertos de Río San Juan no tienen dolientes.
Paz a sus restos