El presidente electo en las recientes elecciones extraordinarias celebradas el domingo 5 de julio del presente año, Luis Abinader Corona tiene un gran compromiso con ese 53% de la población que le ha confiado su voto.
Pero además tiene por delante un gran reto una vez asuma la presidencia en medio de una pandemia y con un país que ya no confía ni en su sombra. ¡O lo hace bien o también se va!, es el nuevo grito de los dominicanos quienes exigen ver a altos funcionarios procesados una vez llegado el momento de actuar. ¡La gran incógnita!
Pero debe hacerlo mucho mejor por ese 37 % y por el otro 8% de dominicanos que no votaron por él y que aunque frente a las cámaras le auguran un “buen mandato”, se sabe que el deseo es otro. Y por último y principal de todo, hacerlo bien por un pueblo que carece de seguridad y calidad de vida, recobrar la confianza del pueblo dominicano en los gobiernos.
El pueblo no quiere borrón y cuenta nueva. El pueblo quiere que aquellos que deben paguen. Eso sí sería parte del verdadero cambio. Una justicia independiente que persiga a los desfalcadores del Estado sin ninguna piedad. Porque los dominicanos y dominicanas se levantaron bien temprano a votar para que se le ponga fin a la impunidad.