El president Luis Abinader dijo el 16 de agosto, que el 19% de los dominicanos vivía en pobreza. Según el Banco Mundial un 40% de los dominicanos puede caer en la pobreza, significa que casi el 60% de nosotros puede ser pobre dentro de poco.
El 60% amenazados por la pobreza, y su presidente declara RD$3,972 millones como “patrimonio personal”. Y le debemos, nos gobierna sin cobrar un centavo y durante los últimos cuatro años, el “pobre hombre” tan desprendido, perdió RD$200 millones, por gobernarnos. Le debemos su sueldo atrasado y lo que perdió, encima de la deuda externa que él abultó.
Resulta profundamente conmovedor, que en su servicio público voluntario, todo entregado a la patria, Abinader perdiera RD$200 millones. Si dividieramos sus pérdidas entre los 12 milones de dominicanos, equitativamente tocamos a RD$16.6 millones, todos seríamos millonarios.
Abinader “perdió” RD$200 millones, ni eructó, todo normal, mostrando la galaxia financiera que separa al presidente del pueblo.
Abinader llegó a una disyuntiva en su Carrera política, si no educa al pueblo para salir de la pobreza, todos los pobres se le cargarán a su cuenta. El puede educarnos, explicarnos lo que debemos hacer para tener el éxito económico que él tiene, de esa forma no afectaría su patrimonio, sería un presidente transformador, emblemático, memorable.
Con la tarjeta de solidaridad comemos un mes, si nos enseñan a producir siempre, comeremos toda la vida
Si el 60% de los dominicanos cae en a pobreza con Abinader, con su patrimonio multimillonario, habrán comparaciones. Me pregunto, ¿Por qué no crear formas para ayudar a los dominicanos a sallir de la pobreza sin ser narcotratricantes o políticos corruptos?
Que aumente escandalosamente la pobreza bajo la administración del presidente más rico que hemos tenido, sería bien trágico. La reforma fiscal que Abinader impondrá, empujará a millones de dominicanos, a la pobreza, es innegable.
La pobreza definirá el gobierno de Abinader, si crea mecanismos y facilidades ayudará a mucha gente, de lo contrario, multiplicando sus riquezas, también seguirá multiplicando nuestras pobrezas.