Nueva York.- Carnavarengue debe sacarse de la Laguna Gri-Grí, reorientarse y renovarse, porque lo que se está presentando ahora en Río San Juan no es un carnaval sino un espectáculo.
La expresión sale del antropólogo Angel Caba Fuentes, uno de los ideólogos del ya tradicional evento que por 13 años consecutivos se viene realizando en ese municipio de la provincia María Trinidad Sánchez.
Abordado en un parque ubicado a la orilla del río Hudson y cercano a su residencia del alto Manhattan en Nueva York sobre el origen y futuro del evento, Caba hizo una serie de sugerencias que consideró necesarias para que no muera esa expresión cultural de su pueblo.
Consideró que lo primero que debe hacerse es crear un comité permanente conformado por personas que le duela carnavarengue, que sepan lo que están haciendo. “Debemos dejarnos de meter gente porque son fulanitos y menganitos. Eso no funciona ahí y ni en ningún sitio… o sea, la gente no debe escogerse por el nombre o el lugar que ocupen en un partido politico”, afirmó.
Citó a personas como Miguel David Falette, Margarita Balbuena, Persio Checo, Fidelina José de Báez y a Indhira Bonilla, como miembros ideales para ese comité permanente, de quienes dijo son pilares de Carnavarengue y quienes podrían integrar a otros jóvenes en sus equipos de trabajo.
Calificó de improcedente que el montaje del evento esté en manos del ayuntamiento municipal. “Los carnavales pertenecen a los pueblos y son los pueblos los únicos protagonistas, y deben ser ellos los que lo organicen”, dijo, aunque reconoció que es precisamente ahí donde está el problema de Carnavarengue.
“El problema de Carnavarengue no es su organización sino en su implementación. Qué se va a implementar y de qué manera se va a organizar para el año entrante. Los carnavales, aunque son manifestaciones culturales, en los últimos años hay que verlos como manifestaciones empresariales. Hay que organizarse como una empresa; organizarlo, no como algo que se percibe para participar y ya está, sino para participar y que quede como un patrimonio”, dijo Caba con esa nostalgia y entusiasmo que lo remontan a su creación en 1996.
Planteó que se haga una organización como está, con el comité organizador, pero que la tres cuartas partes de esos miembros sean empresarios de la comunidad, que sepan cómo se administra un negocio “porque Carnavarengue necesita de administración y de una planificación en avance”, como lo hacen carnavales como el de La Vega, que mueve millones de pesos al año, y del que dijo debe copiarse su forma de organización que inicia con un año de anticipación. “No podemos implementar una tradición implementando improvisaciones de última hora”, dijo aunque reconoció que el carnaval vegano lleva cientos de años.
Dijo que el carnaval tiene dos vertientes, lo que es netamente participación de la comunidad, como las comparsas, las carrozas, que se le deja a los activistas culturales. Y todo lo que es la organización, la planificación y sobre todo el adquirir fondos para su celebración, que debe estar en manos de empresarios. “La participación de los comerciantes es fundamental”, dijo.
Sobre las manifestaciones de carnavarengue Caba consideró que su duración es muy corta, sus vestuarios muy pobres y que debe ser llevado a los barrios.
“Yo dije que escoger la laguna para presentar el carnaval es un error. El carnaval no necesita presentarse, el carnaval se presenta a sí mismo. La gente no necesita que le presenten un carnaval, necesita integrarse al carnaval. En el momento en el que tú para a la gente en la laguna para ver un espectáculo ya no es un carnaval sino una presentación carnavalesca que es muy diferente”, dijo Caba, coincidiendo con su colega norteamericana Helene Safa y el folklorista dominicano Dagoberto Tejera, quienes dicen que mientras se siga presentando en una tarima en la Laguna Gri-Grí, lo de Río San Juan no es un carnaval sino un espectáculo.
Igualmente consideró que la estructura y el calendario que tiene de 3 ó 4 días no da cabida a la gente a poder participar. “Yo he tenido muy poco tiempo para participar en carnavarengue, porque al ser por cuatro días no he podido ir porque tengo ya otros compromisos ese fin de semana, y eso le pasa de seguro a otras gentes… creo que debería ser de un mes, cuatro fines de semana”, dijo el antropólogo rionsanjuanense, recomendando que el evento sea llevado a los barrios y que cada uno se manifieste con sus propias máscaras.
Opinó que si hace por cuatro fines de semana, la gente se planifica para si no puede ir un fin de semana, ir el otro, y que se pueden organizar fiestas y eventos entre semanas para recaudar fondos. Aunque aclaró que el fin de semana de cierre puede hacerse en la laguna con una expresión cultural de cada barrio, lo que según dijo, podría lograr que los hoteles de diferentes partes del país lleven sus turistas al evento.
“A carnavarengue hay que renovarlo, afianzarlo, crear, y eso yo se lo recomiendo ya sea al ayuntamiento o a la Secretaría de Cultura. Y a los activistas culturales a organizar cursos de caretas, más que de un afiche, porque crear un afiche no tiene tanta trascendencia, porque un afiche es una manera de promocionar el carnaval, pero el concurso de afiche en carnavarengue no tiene proposito porque se celebra dentro de la fiesta de carnavarengue, por lo que considero no tiene sentido. Pero un concurso de caretas puede crear una tradición en la juventud; y crear tres categorías: adulto, juvenil e infantil”, dijo Caba.
Consideró que para mejorar a carnavarangue debe comenzarse con los niños y los jóvenes, dándole cursos de caretas y vestuarios para mejorarlos, porque aunque las caretas soy muy buenas, los vestuarios son muy pobres. “Que traigan profesores de la venga y Santiago.., asistir a otros eventos… claro, hay un problema de recursos que ahí es donde deben entrar el ayuntamiento y Turismo. No que trabajen como organizadores sino que aporten recursos”, aclaró.
Caba dijo estar muy sorprendido de que un evento tan importante como el concurso de caretas se haya dejado de realizar y en estos momentos aun no se haya iniciado.
Recordó que precisamente siendo él director del museo de arte de Altos de Chavón, en 1996 fue a Río San Juan a dar un curso para profesores sobre los indígenas y la prehistoria dominicana, y que al terminar el curso analizó que era el momento para mantener viva las actividades, y se le ocurrió llevar profesores de La Vega y Bonao para que dieran el primer curso de caretas que fue todo un éxito, lo que hizo que surgiera la idea de un carnaval con expresiones marinas propias del pueblo.
No obstante, a pesar de que recomienda que carnavarengue sea renovado, Caba considera que no debe implementarse un cambio drástico, porque le haría mucho daño, y que tampoco debe detenerse, aunque se haga de la forma precipitada en la que se está haciendo.