Durante la campaña presidencial norteamericana de 1992 un joven prácticamente desconocido, gobernador de un estado sureño, trataba de vencer a un poderoso presidente que exhibía una aceptación cercana al 90% debido principalmente a sus éxitos en política exterior que incluían el haber ganado una guerra.
El Presidente George H. W. Bush lucía imbatible, parecía tener su reelección asegurada hasta que James Carville, asesor político del entonces Gobernador Bill Clinton, escribió una frase que con el tiempo se ha convertido en parte intrínseca de la política norteamericana: “es la economía, estúpido”.
La frase me llegó a la mente tan pronto leí en los periódicos la decisión del Presidente Leonel Fernández de someter al Senado, donde todo se le aprueba y se le firma, una nueva reforma fiscal que inevitablemente terminará haciéndonos pagar mas impuestos.
Y ese incremento en los impuestos sólo servirá para seguir subvencionando el despilfarro y la corrupción imperantes en una administración ya cansada, vencida y sin respuestas a la que solo le queda poco mas de un año en el ejercicio del poder.
Lo que acabo de afirmar lo corrobora el informe trimestral del Banco Central al comparar el comportamiento económico del país en el primer trimestre del año 2010 con el mismo periodo en el 2011: “En los primeros tres meses del año, el gobierno central tuvo un déficit de caja de RD$16,186.7 millones en razón de que gastó RD$79,464.7 millones, pero los ingresos que recibió ascendieron a RD$63,278 millones.”
“Los gastos del gobierno central se incrementaron en RD$6,085 millones, igual a un 8.3% en el primer trimestre de este año respecto a igual periodo del 2010, al pasar de RD$73,379.7 millones a RD$79,464.7 millones.”
“En el 2011 los ingresos gubernamentales se incrementaron en RD$5,156.5 millones, igual a un 8.9%, pero los gastos corrientes se incrementaron en RD$3,441.4 millones, mientras que los gastos de capital aumentaron en RD$2,643.6 millones, lo que representa un alza de un 14.7% con relación a igual periodo del 2010.”
Mientras más dinero ingresa a las arcas del estado más se suben los impuestos y sobretodo mas nos endeudamos.
¿Para que más impuestos? pues seguramente para que la diplomacia dominicana sea el sustento de uno de uno de los partidos políticos del sistema; para que sigamos repartiendo nominillas como las que ya se han mencionado y demostrado púbicamente; y para seguir gastando en obras improductivas y no necesarias que enriquecen a unos pocos.
Desafortunadamente el reporte del Banco Central no toma en cuenta la corrupción ni el despilfarro que sí tomó en cuenta el Foro Económico Mundial cuando nos colocó en primer lugar dentro de los países más despilfarradores y también entre los primeros países más corruptos del planeta.
Antes que subirle los impuestos a una población cada día mas pobre y desalentada, la administración peledeista debe ajustar el presupuesto a la realidad de crisis mundial disminuyendo, como hizo el Presidente Obama, la nomina pública y además aceptando su obligación de perseguir y castigar la corrupción como se nos prometió en los famosos discursos de campaña del año 96.