
J.C. Malone, periodista dominicano residente en Nueva York.
Nueva York.- La acaldía retiró los fondos, el Washington Heights Inwood Coalition cerró luego de 36 años ofreciendo múltiples servicios a más de 120 mil dominicanos. Alianza Dominicana, la otra agencia comunitaria, tiene serios problemas financieros con los recortes presupuestarios, reducirá su oferta de servicios.
Las nuevas regulaciones, altísimas multas y alquileres, hicieron que muchos dominicanos vendieran sus bodegas. Con aumentos de alquileres y maniobras legales, desalojaron unas 52,000 familias dominicanas de Washington Heights en los últimos cinco años solamente.
Aunque el FBI dijo que el dominicano José Pimentel no representaba peligro alguno, el acalde Mike Bloomberg lo hizo arrestar y presentó como un “peligroso terrorista”. Bloomberg tiene su propio preso político.
Durante la administración de Bloomberg Nueva York tuvo más chinches que Europa en la Edad Media.
Con 12 años en la alcaldía, Bloomberg multiplicó su fortuna personal de $4.500 a $32.000 millones. Acumuló $28.000 millones en 12 años; dejará 52.000 familias sin hogar, incluyendo 22.000 niños desamparados.
Bloomberg es un gran manipulador de números, nos dejó hermosos datos estatísticos sobre su administración, pero los rostros humanos cuentan una historia diferente a sus manipulaciones numéricas.
Bloomberg segregó Nueva York en dos ciudades, una de ricos haciéndose mucho más ricos, otra de pobres danzando al borde de la depauperación. Los ricos viven en absoluta libertad, los jóvenes negros y latinos de los barrios pobres viven un estado policial, detenidos y registrados de manera arbitraria.
Bloomberg demostró que la dinerocracia prostituye la democracia.
Con su dinero Bloomberg autofinanció sus campañas, compró votos y cambió la Constitución municipal, reeligiéndose por tres períodos.
Bloomberg elevó la categoría histórica del tranfugismo descarado, cambiando de partido sin razones ideológicas, por pura conveniencia económica.
Wall Street te extrañará, en El Bronx quedamos tan pobres que no tenemos ni para guardarte rencor, hasta nunca Mike Bloomberg.