Sidarta Gautama fue un príncipe que nació en la República de Sakia, bordeando el Himalaya, aunque otros atribuyen su nacimiento en lo que hoy es Nepal, se presume que su nacimiento ocurrió en el año 583 a.c y vivió por más de 75 años. A los 29 años abandonó su vida real para dedicarse a buscar la razón de la existencia del ser humano, convirtiéndose en un mendigo y pasando por diferentes etapas en ese proceso hasta llegar a la iluminación.
Desde ese momento pasa a llamarse Gautama el Buda, por lo que el Buda viene siendo un título que quiere decir el despierto, el iluminado, por lo que siempre estableció que ante de él hubo muchos budas y después de su muerte habrá otros budas. Pero Gautama es considerado el Buda supremo, el que llegó a la máxima perfección y comprensión de la mente humana y quien dejó un legado que es seguido y practicado por millones de personas en el mundo.
Gautama el Buda basa su visión en que la raíz del sufrimiento del ser humano está en el deseo, el apego tanto a cuestiones materiales como espirituales, afirmando que el ser humano debe vivir en un estado de absoluta libertad, por lo que sólo puede estar en un estado de bienestar y felicidad en la medida que logra comprender, hacer conciencia, que sólo liberándose del apego puede ser libre y eliminar el sufrimiento.
En verdad que la teoría de Buda quizás no sea tan difícil entenderla en el plano teórico, entender sus planteamientos, leer e identificarse con lo que dijo, pero en la práctica no es tan fácil, ya que para lograrlo tienes que asimilarlo en tú ser, haciendo conciencia y por ende haciéndote consiente de que el apego nace de la pasión, de la identificación, tanto con el pasado como con el futuro.
El Buda nos dice que el pensamiento viene del pasado, por lo que todo lo que habéis experimentado, pensado, aprendido, no es más que nuestro ego, el cual es la raíz de la mente, por lo que nuestra mente está centrada alrededor del ego, por lo que cuando no hay pensamientos no hay pasado. Al mismo tiempo dice que todo lo que queréis experimentar, las proyecciones que puedes hacer, es el futuro, por lo que el futuro viene siendo una proyección del pasado, un pasado modificado.
Buda reitera que solo podrá vivir satisfecho y feliz en la medida que seas capaz de vivir el presente, el cual en realidad es lo único que existe, porque el pasado está muerto y el futuro es una proyección del pasado. Nos dice que estemos presentes, que disfrutemos lo que estamos viviendo, que el mañana vendrá con sus características, pero el hoy, el momento, el presente es lo único que tenemos, por lo que nuestra mente para estar tranquila y sosegada debe vivir en el ahora.
Buda nos dice que estar libre de pasiones, es el mejor de los caminos, entendiendo por pasiones, todas las manifestaciones de la mente, ira, celos, envidia, resentimientos, deseos de aprobación, de poder etc. Claro que para lograr este estado de vida es necesario desprenderse del apego, que es la causa del sufrimiento y que impide que seamos felices.
Según mis humildes conocimientos sobre el budismo, entiendo que Buda no quiere decir que nos convirtamos en irresponsables, en existencialistas, sino que hagamos conciencia, que estemos alertas para no dejarnos dominar por la mente, por el ego, que siempre quiere más, que hace que el ser humano nunca esté satisfecho ni feliz con lo que tiene, sino que inmediatamente obtiene algo, luego siente un vacío espiritual que lo lleva a querer otra cosa. Por ejemplo si querían una casa, al tenerla, luego quieren otra mas espaciosa, lo mismo que un carro, o cualquier otra cosa material.
Esta teoría budista es muy profunda y no tan fácil de entender, pero las conclusiones que he llegado, es que lo más importante es vivir y disfrutar el presente sin hacerse expectativas sobre nada, realizar las cosas por el simple hecho de hacerlas, sin esperar nada a cambio, ya que ese es un problema de la otra persona, al mismo tiempo convertirse en un testigo de la propia mente, observar su naturaleza, de como van y vienen los pensamientos del pasado y las proyecciones hacia el futuro, para que esa observación nos haga consiente y permita que la controlemos y no que sea la mente, el ego quien nos domine y controle.
Reconozco que éste no es un tema muy usual, pero sencillamente sentí la necesidad de compartir con mis lectores ésta inquietud.