Nueva York.- Los torrenciales aguaceros caídos el domingo impidieron el día de campo a decenas de riosanjuanenses que se habían reunido en el parque Rockland Lake , del estado de Nueva York, para celebrar las tradicionales Patronales 2008 –Día de San Juan-, pero no pudo impedir la fiesta al refugiarse en diferentes hogares.
Como marineros recién salidos de los barcos ávidos de fiestas, Lubaldo Santos Marrero, Gladis Méndez y Félix Ramírez decidieron refugiarse en casa de Sonet Pérez en Connecticut, para acabar con todas las cervezas, carnes y chorizos comprados para el día de campo.
Mientras que en El Bronx, Nueva York, el grueso de riosanjuanenses logró hacerse del patio de la casa de Altagracia Adames-Tagita- y allí se armó la cherca.
Los cuentos abundaron más que las gotas de lluvia, y Maelo Alonzo, Manolo Naveo, Freddy Méndez y Martín de la Cruz hicieron de las suyas como todo el que le vino a la mente desde Río San Juan hasta España.
Comenzaron recordando aquellos tiempos de ‘asapaos de jaiba y gallina robá’, hasta los años de Altagracia Adames-Tagita y Sarita García, quien cogió la cuerda por aquello de que a la mujer no se puede sacar cuenta de su edad porque termina quedando en déficit.
El propio Manolo Naveo tampoco se salvó, ya que se convirtió en el más cuestionado del encuentro al sorprender a todos los asistentes cuando tiró la ‘bomba’ de que llegó de veinte años a Nueva York, cuando todos lo vieron viviendo en Río San Juan ya en edad avanzada.
Pero no se crean nada mas fue cuentos y tragos, el patio de Tagita contó con una pequeña piscina portátil para los niños, y Miguel Alonso se encargó de poner la música desde su computadora y llenar de nostalgia a los presentes con un show de fotografías de personajes y paisajes del pueblo. También hubo espacio para juegos de dominó y bingo.
Entre los presentes estaban Martín de la Cruz, Freddy Méndez, Maelo Alonzo, Manolo Naveo, Sarita García, Víctor Reyes, Elvis Salazar, Luis Frómeta, entre otros. Súmele a ellos de tres a cuatro descendientes y podrá tener una idea de lo amplia que fue la chercha en el patio de Tagita.