Nueva York.- La nevada de "niveles históricos" pronosticada por el Servicio de Nacional de Meteorología para este martes, fue más espuma que chocolate. Se habían anunciado más de 30 pulgadas, lo que hubiera sido la peor tormenta invernal en esta ciudad, pero sólo cayeron alrededor de 10.
Ahora, los residentes, incluyendo miles de dominicanos, quienes ante tales pronósticos corrieron a tiendas y supermercados a abastecerse de comida y herramientas para enfrentar al monstruo, se sienten indignados y dicen que deben rodar cabezas.
Tras comprar sal, palas, y el doble de los alimentos, como medida de prevención sin tener que darle uso, dicen que no le basta con el “I sorry” del meteorólogo Gary Szatkowski, quien está a cargo de la oficina del Servicio de Nacional de Meteorología en Mt. Holly, Nueva Jersey. “Mis más profundas disculpas para muchos que han tenido que tomar decisiones clave y muchos otros miembros del público en general”, dijo este martes el funcionario del tiempo en Estados Unidos.
Pero los afectados quieran algo más que eso. Esperan que Szatkowski, al igual que los otros responsables de la falsa alarma, sean destituidos de esas funciones. Dicen que con todos los equipos avanzados a su disposición, modernos recursos humanos y económicos a manos, no se justifica los errores de esa naturaleza y que podrían cometer otra vez, y luego resolverlo todo pidiendo perdón.
La falsa alarma emitida por Meteorología fue de tal magnitud que los gobernadores de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut llegaron a pronosticar que la tormenta “Juno” “podía ser una cuestión de vida o muerte”, como lo proclamó el gobernador Andrew Cuomo. Mientras el alcalde de la Metrópoli, Bill de Blasio, llegó a manifestar "podría ser la mayor tormenta de nieve en la historia de esta ciudad; los neoyorquinos deben prepararse para algo peor de lo que hayamos visto antes", y sugirió dejar el trabajo tan pronto como sea posible antes que la nieve comenzara a caer.
Fueron cerradas las vías de conexión entre Nueva York y Nueva Jersey, incluidos los túneles Lincoln, Holland, los puentes George Washington, Goethals, Bayona, y Outerbridge Crossing; también las escuelas, los aeropuertos JFK y La Guardia, y miles de vuelos fueron cancelados en Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut y Filadelfia. Hasta la sede de la ONU, en el lado este de Manhattan, quedó cerrada desde primera hora de la tarde del lunes. Los servicios de miles de vehículos a empresas privadas fueron contratados para sumarlo a los miles de la Ciudad hacer frente a un posible caos, ante las grandes acumulaciones de nieve que se pronosticaba.
La ciudad amaneció normal
Sin embargo, no fue así. Este martes los trenes, autobuses, vehículos privados y las personas están transitando normalmente por las diferentes autopistas, avenidas y calles, lo que había sido prohibido la noche del lunes.
Mientras, el gobernador Andrew Cuomo defendió las prevenciones tomadas. "Prefiero estar en la situación de que 'tuvimos suerte' que en otra en la que digamos que 'no tuvimos suerte y la gente muere'", afirmó. "Gracias a que estaban libres las calles, los equipos quitanieves pudieron trabajar, y así el sistema podrá volver a la normalidad con más rapidez", dijo el gobernador sobre la prohibición de circulación de vehículos, a menos que fueran los de emergencia.
Sin embargo, anunció que el estado instalará próximamente un sistema meteorológico exclusivo para Nueva York, que será "el más sofisticado del país".
Las restricciones sobre la circulación de vehículos se mantienen en Long Island, donde precisamente se reportó una muerte relacionada con la tormenta. Se trata de un joven de 17 años que murió cuando golpeó un poste de luz mientras se deslizaba por un tubo en una calle de Huntington, Long Island.
Se recuerda que la peor tormenta de nieve que ha afectado esta metrópoli ocurrió en marzo de 1888, con una acumulación de 60 pulgadas, matando 200 personas.