Río San Juan.- La comunidad haitiana en Río San Juan no está solamente trabajando en fincas y construcciones. Un grupo de jóvenes proveniente de esa empobrecida nación vecina está enfrascado en la fundación de una organización que sirva de ayuda educativa, cultural, deportiva y de salud a con sus conciudadanos, especialmente a los niños.
“Organización Progresiva para la Educación Dominico-Haitiana” (OPEDHA), está compuesta por jóvenes haitianos de diferentes ramas. Ahí encuentras obreros, deportistas, estudiantes, profesores e intelectuales de todas clases, que luchan por sacar adelante su comunidad.
Los proyectos son muchos, pero los fondos son pocos. Para dar clase a casi 200 niños que tienen matriculados han tenido que usar la terraza de una casa de fiesta propiedad de un turista francés en el barrio Nueva York Chiquito que le prestó gentilmente. Los maestros a penas son tres, quienes imparten la docencia de forma gratuita, y aunque algunos tienen experiencia hasta de 20 años en el magisterio, se encuentran desempleados.
“Hemos tocado varias puertas, pero hasta ahora hemos recibido muy pocos recursos”, dijo Belande Belotte, quien dirige OPEDHA. “Enviamos una carta al presidente de Haití a través de nuestro embajador aquí en República Dominicana y él prometió hacerla llegar y nos sugirió contratar un abogado”, agregó.
Sin embargo, y aunque el diplomático haitiano prometió enviar una comisión gubernamental para que verifique el trabajo de sus connacionales y luego dar una respuesta, hasta ahora nadie de su país ha hecho acto de presencia ni ha llevado ninguna respuesta ni ayuda para los niños.
“Hasta ahora hemos recibido muy pocos recursos. El párroco de la iglesia nos dio los fondos para que la comisión se trasladara a la capital a entrevistarse con el embajador, y un francés entregó algo para dotar de uniformes al equipo de fútbol que tiene la entidad”, reveló Belotte.
Dentro de su agenda está darle servicio de salud y de comida a los niños, y hasta crear un orfanato, pero esos son sólo sueños inalcanzables ante la falta de recursos.
Belotte, quién cursa una licenciatura en Lengua Moderna en la Universidad O&M en Puerto Plata, usa lo poco que gana como profesor de francés en el hotel Bahía Príncipe para comprar los libros y demás útiles escolares que usan los niños en la escuela, que si se quiere, funciona de forma ambulante, ya que a parte de estar en una marquesina a la intemperie, resulta muy pequeña para el número de alumnos.
Las autoridades dominicanas tampoco han tomado en cuenta a la organización que lleva más de un año de fundada, y son muy pocas las autoridades de Río San Juan que están al tanto del funcionamiento de OPEDHA, a pesar de que según dijo Belotte, ha tratado de acerca a varios funcionarios en busca de apoyo.
Pero Belotte y los demás directivos de OPEDHA no bajan la guardia y anunciaron que seguirán tocando puertas para lograr los fondos necesarios para echar la organización hacia delante, y así poder proveer a los niños dominico-haitianos una preparación que les garantice su futuro.
Si alguien desea ayudar a OPEDHA, o saber más sobre las actividades que desarrollan puede comunicarse con Belotte, llamando al teléfono (809) 606-0382.