El mundo está cambiando, la mentalidad de las personas ya no es la misma y es por ello que desde hace un tiempo el pueblo dominicano viene exigiendo, y con razón, a sus candidatos presidenciales, la exposición de proyectos, de planes, de un “programa” que beneficie a la sociedad en general. Tan simple como eso, conocer las propuestas de los aspirantes para saber qué decisión tomar a la hora de ejercer el derecho al voto, más aún cuando el denominado clientelismo va perdiendo fuerzas.
Empleo, educación, salud, seguridad, trabajo imparcial contra la corrupción, servicios básicos, industria, turismo, todos estos puntos vitales que constituyen el desarrollo de un país y que preocupan a la sociedad dominicana. Por ello la importancia de conocer las medidas que tomarían los candidatos para mejorar, elevar y garantizar el desarrollo del país, de salir electos.
Después de un largo período de campaña presidencial, y bombardeo masivo de campañas publicitarias, muchas han sido las súplicas por parte del pueblo dominicano, a través de redes sociales y otras vías para que se den a conocer las propuestas de los aspirantes.
Ayer, tres de los candidatos dominicanos mejor posicionados, según encuestas, que se disputan la presidencia, expusieron sus planes de gobierno durante un live organizado por la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), denominada “La Visión de los Candidatos 2020” .
Una muy buena intención por parte de la AIRD, pero claro, con una intervención de 20 minutos para cada uno, no es suficiente para desarrollar varias propuestas a la vez, y es que el “cómo” es muy importante.
Al menos estos candidatos han expuesto de manera breve lo que serían sus planes de trabajo ante el pueblo dominicano. Reza el dicho ‘a falta de pan, casabe’. Si no hubo debate, habrá que conformarse con una breve disertación.
Un pueblo conocedor del futuro trabajo de un candidato es un pueblo que siente ha sido tomado en cuenta, que siente que va dar su voto en base a propuestas que van en beneficio de él, es decir, por un bien común. Es un pueblo informado que no va a regalar ni a vender su voto, o al menos así debería ser y para lo cual deberían servir estas breves disertaciones políticas.