El 31 de mayo de 1953, el poblado de Rio San Juan, tranquilo, apacible y familiar celebraba como todo el país el día de las madres.
Quien estas notas escribe, contaba en ese entonces 8 años de edad, pero recuerdo claramente que ese día fuimos a la escuela, donde se celebraba con un acto cultural tan significativo día, donde se cantó el himno a las madres, se escenificaron actos artísticos por los alumnos y algunas madre acudían al acto para recibir los regalos de los hijos.
Terminado el acto, marchamos a nuestras casas y después del almuerzo iniciamos la tertulia entre hermanos y vecino, algo que mamá llamaba “La Juntiña”.
Estando en un viejo kiosco techado de cana, que era parte del antiguo Bar Danubio, de Panchito Papaterra, a eso de las 3:30 de la tarde, el kiosco comenzó a moverse enérgicamente, llegando a crujir y desprender algunos de los tablones que lo sostenían.
Ante aquella situación tan dramática para un grupo de niños, solo recuerdo la voz de mi madre gritar: “sálganse de allí y busquen la salida a la calle”.
El temblor fue de larga duración pero a diferencia de los terremotos de 1946 y 1974, en este no siguió temblando, es decir no tuvo replicas.
¿Qué recuerdo de aquel día a través de los años?
Las calles del pueblo, todavía de piedra, se abrieron de tal manera que Idalia Méndez de Alonzo, madre de los primos Alonzo Méndez, corriendo por la calle clamando por uno de sus hijos que estaba bañándose en la Laguna Gri-Grí, cayó en una de estas aperturas de las calle y fue necesario la ayuda de varios hombres para sacarle el pie hundido.
La Laguna, que estaba a flor de tierra se hundió varios metros y de allí se formaron aquellos escalones, que uno de nuestro síndico cubrió con cemento.
Se reportó la muerte de un niño en Laguna de Yerba, quien falleció al caerle el ramo de un árbol.
No se produjo maremoto ( tsunami ), pero el pueblo no durmió esperándolo o la ocurrencia de nuevos temblores.
Revisando la historia de los terremotos en el país, con relación al del día de las madres dice lo siguiente : El 31 de mayo de 1953 a las 3 : 58 de la tarde, Puerto Plata fue el epicentro de otro gran terremoto de 7.2 en la escala de Richter , con una profundidad de 33 kms.
Siempre hemos visto a Río San Juan como una zona de alto riesgo sísmico, donde al cavar un hoyo para cisterna o séptico, encontramos agua a 1 o 2 metros de profundidad, que sube y baja con la marea. Algo a tener en cuenta cuando se autoricen construcciones de mucha altura.