¿Un robo? ¿En pleno cambio de autoridades? ¡Qué desfachatez! ¡Cuánta falta de decoro! El Consulado General de la República Dominicana en Madrid ya excedió cuidados intensivos y debe ser intervenido ¡cuanto antes!
Ese acto de vandalismo era lo último que faltaba por pasarle al PLD en el exterior, ¡su cierre con broche de oro! ¡toda una novela! Y aunque a muchos no les gusten las teorías conspirativas, cabe hacer la pregunta: ¿quién prestó las llaves? basta con saber que donde está ubicada dicha institución no es un edificio cualquiera y así poder entender que hay ´gato encerrado´.
La comunidad dominicana no merece un desprestigio así, como tampoco merece ser ´´representada´´ por personas con básicos conocimientos sobre diplomacia, carentes de relaciones humanas y así una larga lista de faltas que ha caracterizado a gran parte del personal que por durante un tiempo ha estado laborando en dicha institución.
La diáspora quisqueyana ha sido clara, quiere autoridades que les tomen en cuenta, que conozcan sus necesidades, autoridades que se involucren más con la comunidad, resolutivas siempre, no solo en medio de una pandemia o cerca del periodo electivo. Deshacerse de ruindades como un vulgar robo.
El presidente Luis Abinader Corona tiene un alto compromiso con ese 60% de votantes que apostaron por el cambio en las pasadas elecciones, pensando en nuevas autoridades que brinden calidad en el servicio y el quehacer. Tiene la oportunidad de hacer un buen gobierno fuera de la República Dominicana, y las autoridades designadas de catapultarse como la mejor gestión jamás vista en el exterior.
Menos representantes culturales, menos cónsules adjuntos, menos marketing y más calidad, cercanía, eficacia. Hay mucho por hacer por los dominicanos en Europa. La juventud, los niños y los más adultos esperan por una digna representación con la cual puedan sentirse identificados. ¡Es la hora de trabajar en favor de la diáspora!