Nueva York.- Por su trayectoria de servicio solidario a ella la han bautizado como la doctora del pueblo. Y es que es una excelente profesional de buen corazón, entregada a la gente, buena amiga y mujer de fé.
Su excelente obra de servir sin mirar a quien aún retumba en los pasillos de los centros donde ha ejercido su profesión, lo que en determinado momento ha creado recelos de aquellos que no han sabido nisquiera adoptar el juramento hipocrático de la conservación de la vida es primero, a pesar de haber sido testigos de las bondades de la profesional que hoy está de cumpleaños.
Así es que espero que el mismo Dios le bendiga siempre y le dé mucha vida y salud para que pueda ver cumplir todos sus proyectos y metas, tanto como profesional como en su vida personal.
A tí doctora Wilma Suero, solo nos resta decirte, Fe-li-ci-da-des!