Río San Juan es una cantera de anécdotas y casos graciosos que pudiéramos pasarnos días rememorándolos.
Don Antonio Prats, español de origen, llegó a Rio San Juan en los inicios de la década del ‘30 . Padre de los Prats Cedeño, persona de nobles sentimientos y honesto, pero con un temperamento explosivo cuando se le contradecía o no se hacían las cosas como el decía.
Se convirtió Don Antonio en un prospero comerciante en la compra de frutos como café, cacao, maíz en la época en que Río San Juan basaba su economía en la agricultura y la ganadería.
Aun recuerdo aquella recua de mulos, que ha decir de uno de sus nietos, pasaba de 50 el número de animales guiado por el recuero Pedro, que apodaban Mano Manca.
Tenia Don Antonio anexo a su almacén, sito en la esquina de las hoy calle Sánchez y San Juan, un colmado, que en ese entonces llamábamos pulpería.
Cerraba Don Antonio su negocio al mediodía, allí le enviaba Doña Fidelia, su esposa, la comida y después de almorzar dormía como todo español, una corta siesta en una mecedora, dejando entreabierta una hoja de puerta, para ventilar el lugar.
Esa siesta era respetada religiosamente por empleados y familiares, que no se atrevían despertar a Don Antonio, como se dice, aunque se esté acabando el mundo.
Ese día y a través de la hoja de puerta entreabierta, metió la cabeza Hugo Balbuena, en ese entonces de muy corta edad y quien luego seria el primer médico nativo de Río San Juan. Hugo le grita: “Don Antonio, una bola”. Las bolas eran unos dulce esféricos con un palito en un extremo, para entrar y sacar de la boca y que costaba un centavo.
Don Antonio despierta, pero al ver que era un niño se levanta de la mecedora, cruza el mostrador, abre calmadamente el frasco de las bolas y al pasarla Hugo le dice: “que dice papá que se la apunte” . Se dijo en el pueblo, que la bola , con el zumbón que le dio Don Antonio nunca apareció y más notorio era el comentario "despertaron a Don Antonio por un chele".
CHELE
Se han preguntado de dónde viene el nombre de chele para el centavo dominicano.
El Chelín era hasta no hace mucho una fracción de la libra esterlina inglesa. La libra esterlina era antes la moneda universal como lo es hoy el dólar. El comercio dominicano de sus productos agrícolas era mayormente con las islas inglesas, como Saint Thomas, Turks Island , y allí vendíamos a los ingleses isleños yuca, batata , plátano que nos lo pagaban con chelines, de allí nació la denominación de chele a nuestro centavo.
CUARTO
El dominicano llama cuarto al dinero.
El centavo valía dos motas y una mota valía dos cuartos, es decir, un centavo tenía o valía 4 cuartos.
Cuando estabas en mala situación económica se decía : no tengo ni un cuarto. De allí viene la costumbre todavía común de decir: “fulano tiene cuarto”.
Recordar es vivir