A lo largo de nuestra vida enfrentaremos nuevas situaciones e individuos que serán necesarios para nuestro desarrollo, ya que cada etapa y proceso en nuestras vidas implican nuevos conocimientos que nos ayudan a lograr las metas que nos hemos planteado. Ante estos escenarios existen quiénes tienen la capacidad para adaptarse rápidamente, gracias a su confianza y seguridad, y aquellos a quienes les toman mas tiempo la adaptación producto del miedo que los domina y la poca flexibilidad que poseen ante los cambios.
Si bien la confianza es importante, esta no está reservada para un grupo selecto de individuos, se puede construir a través de diferentes acciones, mediante el reconocimiento de nuestras propias aptitudes. Es necesario darnos cuenta que existen experiencias que afectan nuestra forma de pensar y nos convierten en personas introvertidas y desconfiadas que en el fondo aún sienten ganas de conocer el mundo y experimentar lo que éste puede ofrecernos. Para lograr adquirir confianza y abrirnos camino a nuevas experiencias debemos apoyarnos en la creación de buenos hábitos.
Al principio podemos pensar que crear un hábito es molesto, especialmente cuando nuestro único hábito sea el de cepillarnos los dientes. Sin embargo, hay acciones en nuestra vida diaria que son hábitos y tal vez no nos damos cuenta de ello, como el escuchar música todos los días. Lo importante, es que un comportamiento programado puede convertirse en parte de nuestra vida diaria y, al mismo, tiempo ser beneficioso para nosotros.
El miedo es una emoción que logra vencernos incluso antes de intentarlo, nos desvía de nuestras metas. Si analizamos varias situaciones de nuestra vida podremos localizar momentos en los que el miedo nos venció y abandonamos una actividad que queríamos hacer. Ahora, antes de comenzar un proyecto, es necesario vencer el hábito de la negatividad. Por eso es recomendable repetir las siguientes cuatro frases cuando el miedo te paralice y no te deje razonar:
Los cambios son necesarios
Cada experiencia nueva es un aprendizaje
No sabré el resultado si no lo intento
Si no me esfuerzo nunca lo obtendré los resultados que deseo
Mientras las estés repitiendo, respira lentamente y ten en cuenta que la confianza no se logra de la noche a la mañana. Somos seres racionales y por eso estas frases te ayudarán a comprender en momentos de crisis que ese temor es injustificado y tóxico.
Si adquirimos el hábito de repetir estas frases en momentos de estrés y calmarnos, podremos ser capaces de experimentar cualquier etapa de la vida, disfrutarla y adquirir confianza en el proceso.