Para ser médico sólo necesitas una bata blanca, un estetoscopio y enfermos como materia prima. Para ser político sólo necesitas un pueblo pendejo, histrionismo y muchas mentiras como materia prima. Para ser banquero sólo necesitas una gran ambición, una calculadora y dinero ajeno como materia prima… Pero escribir una columna diaria es muy difícil, pues no sólo necesitas soñar permanentemente el paraiso y tener tu verdad como materia prima, sino un tema inspirador, lo que a veces escasea como muela de gallina (por lo que simplemente me río de todo el que esperaba leer aquí algo trascendente este día).
