El mundo todavía se encuentra en medio de la pandemia de coronavirus, hemos dejado la etapa de estar aislados en casa y hemos pasado a la etapa del distanciamiento social, lo que significa que estamos saliendo con el COVID-19 y que debemos cumplir con las medidas obligatorias de uso de mascarillas, lavado de manos, higiene respiratoria etc, pero sobre todo hoy más que nunca debemos practicar el arte de la prudencia.
Durante estos días hemos escuchado el término covidianidad, con el que se alude a los cambios en la vida cotidiana impuestos por la pandemia del covid-19, hemos experimentado grandes transformaciones en nuestras actividades diarias como consecuencia de evitar el desarrollo agresivo de la pandemia.
Debemos entender que el coronavirus no ha concluido en la República Dominicana aunque hasta la fecha se ha mantenido un estado de equilibrio entre la incidencia de la epidemia y la capacidad de respuestas del Sistema de salud de nuestro país que a lo largo de este periodo de emergencia, ha aumentado la disponibilidad de camas, Unidades de Cuidados Intensivos y ventiladores mecánicos, así como el número de ambulancias especializadas para el transporte de pacientes con coronavirus.
Aunque el sistema a respondido satisfactoriamente y por el momento se mantiene un equilibrio, no quiere decir que en cualquier momento pueda surgir un nuevo brote, pues la realidad es que aún estamos bajo amenaza, por lo que el NO cumplimiento de las medidas impuestas en esta desescalada podría desencadenar situaciones no deseadas.
Es por ellos que hacemos un llamado a la prudencia, al orden y a la colaboración de cada uno de ustedes para continuar manteniendo el equilibrio que tanto nos ha costado a todos, en ese mismo orden hacemos hincapié en la importancia de mantener el estado de emergencia por lo que acudimos a la sensibilidad de los Diputados que aún no están de acuerdo con la extensión de dicho estado, a poner la vida de los Dominicanos y el País en primer plano.
Prudencia, a cuidarnos !!!!… Porque la vida es sagrada y es el bien más preciado que tenemos.