Supongamos que mañana bien temprano llegan a Friusa, Uvero Alto, los ultra nacionaleros
que reclaman, puño en alto y voz en cuello, la expulsión de los haitianos que viven allí y en
todo el país. Supongamos que, en medio de la confrontación de las partes (por allá los que
han escapado de la extrema miseria y de las bandas armadas, y por acá los ultra
nacionaleros que vocean falsas consignas duartianas), un soldado o policía mate a un
manifestante de uno u otro lado…Nadie previó el rio de sangre que esto desataría… (Ni
siquiera Abinader, cuando autorizó la enervante presencia de esos ultra dominicanistas
nerviosos y sudados).
