Los policías de Kenia que llegaron a Haití, traen varios poderosos mensajes para el gobierno de la República Dominicana, quizá los gobernantes no quieran recibirlos, decidan ignorarlos. El mismo día que llegaron los policías de Nairobi a Puerto Príncipe, estalló la violencia callejera en Nairobi.
¿Por qué? El Congreso de Kenia aprobó una “reforma fiscal”, como la que el presidente Luis Abinader quiere aplicar, aumentando impuestos y precios, provocando una cadena de levantamientos populares violentos. Primer mensaje: presidente, tenga mucho cuidado con esa reforma.
Movilizándose contra los congresistas que aprobaron la reforma fiscal, la gente asaltó e incendió el Congreso, los congresistas huyeron en ambulancias; los manifestantes asaltaron y apedrearon las ambulancias. Legisladores el presidente está en bien escoltado, ustedes no, piensen bien lo que aprueban.
En Kenia hay varios muertos, si continua el caos, el gobierno necesitará sus policías en Nairobi. Nadie apaga fuegos en casa ajena mientras la suya arde.
Recientemente llegaron vehículos antimotines y pertrechos militares de España, recordé aquellos viajes frecuentes del avión presidencial español al país. Nunca supimos quienes llegaron de España, con quienes se reunieron aquí, ni qué discutieron “quizá” faltó, “honestidad y transparencia.”
¿Será que Abinader y su gobierno se preparan, porque saben que aquí estallará algo parecido lo que pasó en Kenia, y por las mismas razones?
Quizá el gobierno vea un caos en la isla como muy posible, y prepara un giro al autoritarismo.
Ya el ministerio público amenaza con encarcelar a quienes lo critiquen, ¿y quienes critiquen a Abinader, nos condenarán a cadena perpetua, o muerte en intercambio de disparos?
Los policías de Kenia tendrán que enfrentar a las muy bien armadas ex bandas, constituidas en milicias patrióticas de Haití, contra la invasión.
El enfrentamiento entre invasores kenianos y patriotas haitianos puede cruzar la frontera, ninguna frontera detiene los conflictos armados. Eso puede chocar con la inestabilidad que resulte de la reforma fiscal de Abinader.
Adquirimos vehículos antimotines, muchos dominicanos ricos mandaron sus hijos al extranjero, quizá estamos ante las puertas del caos.