Río San Juan.- Con sancocho y entrega de placas a varias de ellas, los directivos de los Leñeros de la Gallera Vieja, campeones del baloncesto superior de este municipio, les celebraron el Día de las Madres a las progenitoras de sus jugadores.
La celebración tuvo lugar el pasado viernes en la casa de Miguelina Alonzo, en el sector de La Coquera, de la Gallera Vieja, donde desde temprano de la noche comenzaron a llegar los convocados por Luis Hernández, director del equipo y organizador del evento.
A las seis de la tarde llegaron los primeros jugadores acompañados de sus respectivas madres, y ya las ocho de la noche se daba inicio al acto con las palabras de Carlos Santiago, quien presentó a Fortuna Ventura para la bendición del mismo.
En sus palabras, Fortuna exhortó a los jugadores y moradores a luchar por mantener la disciplina, no solo del equipo, sino de ellos como seres humanos, para así poder tener una mejor comunidad.
Acto seguido tomó la palabra Hernández, quien de inmediato procedió a la entrega de los reconocimientos. Las primeras en ser llamadas al pódium fueron las damas Mami Polanco y Teresa Nolasco, quienes recibieron sendas placas de reconocimiento declarándolas “Madres Históricas”, por haber aportado al equipo a los jugadores Miguel Ángel Alvarado y Rubén Silverio Polanco –Niño-.
Luego le siguieron Elvira Corniel y Lupe Matos Batista, madre de Wilson de Salas y Delvis Balbuena; Minerva García, madre de Kunín Fernández, posteriormente Leonarda Bierd, madre de Yordis Reyes, y Anny Fernández, progenitora de Luis Felipe Hernández y Pina Zapete Hernández.
También se reconoció a Ivelisse Ramírez como “Fanática feliz internacional”.
Después vino la entrega de tres medallas a Laura Mirie Acosta Alonzo, premio a la excelencia juvenil Leñera por haber ganado su primer torneo en su debut con la Gallera, luego campeón con Los Leñeros en el torneo provincial y por último campeón del sub 18 con los Trinitarios, en donde fue escogido MVP de la semi final y final.
Concluida la parte protocolar vino la fiesta. Entre risas, tragos y sancocho, las madres y jugadores siguieron compartiendo.
Ya concluido el acto, Luis Hernández agradeció primero a Dios por permitirle organizar tan bonito acto, y luego a sus patrocinadores, sus grandes amigos de siempre, los cuales no nombró por petición de ellos, pero a quienes le dijo “mil gracias por su apoyo”.