¡Yo no quiero famosos en mi playa, quiero que mi pueblo trabaje, coma y viva. Tampoco quiero villas, quiero mi Playa Grande, no una playa chica!!!
¿Dónde queda Playa Grande? Quedaba en la autopista Nagua/Rio San Juan. Ahora queda detrás de las villas que están siendo construidas a la orilla de la playa. El despliegue de su arenal permitía que entre su cocal varios autos se estacionaran para disfrutar de su grandeza. Ahora, Ni la playa se ve, ni el pueblo que pasa por la autopista puede gozar de su panorama.
Se ha abierto un espacio casi invisible por donde se puede tener acceso limitado a la playa. Según explicaciones didácticas, por ese pequeño espacio el visitante puede tener acceso a toda la playa.
Dicen, que un actor famoso es uno de los compradores que ocupará una de las villas.
¿Y los trabajadores de la playa? De los ciento y pico que habían, solo quedan unos cuarenta y tanto. Estos trabajadores playeros, llevan más de 25 años laborando allí en lo que saben hacer. Le ganan al sol durante el amanecer en su prisa por llegar a trabajar. Al atardecer, debido a su cansancio y largo día de trabajo, es el sol quien les gana cuando llegan a su casa después de la hora de la cena.
A los trabajadores playeros que ya no están, los manipularon a vender sus licencias por 50 mil o 70mil pesos, con los cuales no se pueden sustentar por el resto de sus vidas. Los llevaron a cambiar 25 años de trabajo por 50 mil o 70mil pesos. ¿A qué se dedicaran ahora estos trabajadores desplazados? ¿Qué hará la señora que por 25 años vendía pescado frito? ¿Le dará la sociedad o el dueño del proyecto de villas a caso la oportunidad de aprender otra habilidad? ¿Y los surfistas, tendrán olas? ¿Y más importante aún, tendrá esa señora o ese padre de cuatros muchachos la edad y capacidad física para hacer o aprender otra labor?
¿Y qué pasará cuando se terminen de construir todas las villas? Es muy probable por ejemplo, que si George Bush Jr. compra una villa y desea tomar el sol, no quiera ver una marchanta con una ponchera de dulce en la cabeza. Que si Eva Longoria está leyendo una revista, permita que se le acerquen a venderle un collar.
La semiprivatización de Playa Grande muestra un panorama futurístico muy pobre para los playeros y para toda Republica Dominicana que ya no tendrá Playa Grande. ¿Y Semana Santa?…
¡Yo no quiero famosos en mi barrio, quiero que mi pueblo trabaje, coma y viva. Ni tampoco quiero villas, quiero mi Playa Grande, no una playa chica!!!