En una mañana de los años ‘70, el pueblo de Río San Juan se despertó con una noticia alarmante: debajo del árbol de Gri-Grí de Margosita, habían encontrado una botija. Para entender la importancia de este suceso, debemos remontarnos en el tiempo y recordar quién era Margosita y su Gri-Grí, ambos desaparecidos de nuestra tierra.
Margot Polanco –Margosita- era una mujer famosa por su arroz con leche, que servía en su fonda ubicada en el triángulo que forman las calles 16 de Agosto, Lorenzo Adames y Sánchez, cerca de la Laguna Gri-Grí. Junto a su fonda se erguía un gran árbol de Gri-Grí. Un día, al lado de la fonda apareció un hoyo cavado y dentro, una tinaja de barro. La noticia corrió como pólvora: "Sacaron una botija donde Margosita".
En aquel momento, yo estaba en el tercer año del bachillerato y, junto a mis amigos, decidimos crear unos versos para documentar el incidente. Mi amigo Margaro "Markis" Díaz y yo compusimos unos versos que comenzaban así:
"Fue debajo de un Gri-Grí
cuando el difunto la dio
nadie siquiera la vio,
solo el hoyo estaba allí"
"Cuando el hijo de Pola llegó
al lugar del suceso
Ya estaba el joyo cavao
y de la botija lo tieto"
"Más tarde llegó un teniente
que llamaban tiburón
Queriendo dar su opinión…"
Solo recuerdo vagamente algunos versos de la composición, que constaba de varias estrofas. Algunas frases aún resuenan en mi memoria, pero la mayor parte se ha perdido en el olvido. Recuerdo que en la última estrofa nos despedíamos diciendo:
"Vamos soñar todo el mundo,
a ver si nos dan alguna"
La composición fue presentada en un acto en la escuela, con la adición de estrofas del compositor Holguín Bonó. Aunque no recuerdo todos los detalles, este recuerdo permanece vivo en mi memoria como un testimonio de la creatividad y la curiosidad de nuestra juventud.
Se han compartido muchas historias y teorías sobre el misterioso hallazgo, al día de hoy no se sabe con certeza si todo se trató de una broma o si en verdad alguien desenterró una botija. La falta de pruebas concretas y la escases de información fidedigna han generado un aura de misterio que sigue rodeando este enigmático suceso. ¿Fue una broma que se salió de control o un verdadero descubrimiento que cambió la vida de alguien? El tiempo y la investigación dirán.
Espero que este relato les haya traído recuerdos a los que vivimos en aquellos tiempos y les haya contado una historia interesante a los más jóvenes.
Recuerdo aquella madrugada mi Madre, que en Paz descanse Doña Antera y yo llegamos como todos los días a la Fonda de doña Nina Ceballos, administrada e. Aquel entonces por mi Madre. Fuimos los primeros en encontrar la impactante sorpresa de ver el hoyo profundo debajo del Grigri frente a la puerta de entrada a la Fonda. Los pedazos de la tinaja de barro esparcían por todo lado. El misterio y la alerta se expandió por todo el pueblo en cuestión de minutos. Siempre recordaré esos momentos. Leonardo Rosario (Quico)