SANTO DOMINGO.- El senador del Distrito Nacional, Omar Fernández, considera necesario que el Gobierno dominicano trabaje “sin demora” en el fortalecimiento de mecanismos alternos para abastecerse de combustibles, acudiendo a otros Estados estratégicos, tras el anuncio del parlamento iraní de bloquear el acceso al estrecho de Ormuz.
El paso marítimo funciona como la puerta de entrada entre los países del Golfo Pérsico y el resto del mundo, especialmente para el transporte de petróleo y gas licuado.
“De concretizarse la inhabilitación de esta zona comercial, República Dominicana registraría aumentos sustanciales en combustibles, transporte, alimentos y servicios, generando un nivel mayor de inflación del que ya tenemos”, advirtió el legislador.
Aunque esta decisión de cierre aún debe ser confirmada por el Consejo Supremo de Seguridad Nacional, Irán estaría afectando con el cierre temporal de esta ruta náutica, aproximadamente, más del 20% de la distribución mundial de estos combustibles.
“Al depender casi totalmente de la importación de hidrocarburos, un alza de esta magnitud al precio del barril se traduciría en incrementos significativos en gasolina y gas doméstico”, expresó a través en su cuenta de X.
“Asimismo, agravaría el desacelerado crecimiento económico local, sumando el costo de la deuda, que terminaría por erosionar el poder de compra de las familias dominicanas, sobre todo aquellas dependientes de las remesas”, dijo.
Advirtió que las autoridades dominicanas, utilizando reservas estratégicas o energías renovables, no podrían mitigar de manera inmediata las implicaciones causadas por la guerra en medio oriente, entre Irán e Israel.
Por lo que insistió en lo fundamental que es identificar alternativas para la adquisición de estos compuestos orgánicos, ya que permitirá “garantizar seguridad en las condiciones de vida de los dominicanos ante el creciente tono de los conflictos”.
Amenazas del cierre
En 2011, Teherán, capital de Irán, ya había amenazado con no dejar pasar “ni una sola gota de petróleo por el Estrecho de Ormuz” en caso de sanciones internacionales contra su programa de enriquecimiento de uranio.
En 2019, el Estrecho se convirtió también en el escenario de un enfrentamiento a distancia entre Estados Unidos e Irán.
Allí se han perpetrado numerosos actos de sabotaje contra petroleros de distintas banderas y derribados drones militares estadounidenses e iraníes.
La pasada semana se recrudeción el conflicto luego que Irael e Irán se bombardearan mutuamente, por lo que el pasado miércoles, Donald Trump pidió a Teherán que se “rindiera incondicionalmente”, alimentando la duda sobre la posibilidad de que Estados Unidos llevara a cabo ataques contra Irán: “nadie sabe lo que voy a hacer”, pero este sábado informó la ejecución de una primera intervención militar en modo de respaldo a Israel.