El sábado 18 de marzo leí un artículo del escritor e intelectual dominicano Andres L Mateo en uno de nuestros diarios digitales, que tituló: "Danilo y el cuento del Sapo", en el que trata de hacer un símil con lo que el llama un cuento de su infancia y la situación de ODEBRECHT y las declaraciones de Gilberto Silva.
Siempre he sentido un gran respeto por Andrés L. Mateo, tanto como escritor, articulista e intelectual, pero entiendo que en ésta ocasión bajo su nivel tanto, que se acerca a un activista radicalizado, que ha perdido la ecuanimidad, el respeto y sobre todo la capacidad de mantener el equilibrio, para que una persona de sus condiciones mantenga el respeto, el cariño y la consideración de un pueblo que por mucho tiempo le ha venido dando seguimiento.
Y no me refiero al derecho que tiene como ser humano de expresar sus criterios y establecer sus escritos desde su visión, sino al hecho de que él representa un legado para los jóvenes escritores y periodistas, en relación a la delicadeza que deben tratarse ciertos temas y más cuando está de por medio el Presidente de nuestro País. A cualquier otra persona sin cultura y conocimientos, se le podría pasar por alto, pero no a Andrés L. Mateo.
Cuando queremos dejar en la mente de los lectores un mensaje positivo, usando un relato o cuento, desde mi humilde punto de vista, creo que debemos generalizar, para que cada quien se forme su propio criterio y llegue a sus propias conclusiones. Pero cuando usamos un relato y la adaptamos a una persona específica, indudablemente lo estamos utilizando con un marcado propósito de odio, resentimiento y parcialidad.
Al mismo tiempo cuando Andrés L Mateo, trata de una manera insustancial, de ligar este relato a Danilo y Odebrecht, denota una carencia de ética, al llamarlo un sapo astuto, que pide que lo lancen al fuego, para definitivamente confundir y ser dejado libre en el pantano. En verdad no comprendo hasta donde es que estos llamados intelectuales quieren llegar, porque los de nivel inferior hasta se lo podemos perdonar, cuando incurren en esas acciones inconscientes.
Voy a aprovechar la ocasión para narrarle un cuento, que se refiere a sapos, pero con una visión positiva. Se llama "La historia del Sapo".
Existía un País de Sapos, donde se estaba realizando una carrera, cuyo objetivo era llegar a la cima de una alta torre. Los sapos comenzaron la carrera, pero como la multitud creía que nadie podía llegar, comenzaron a decir, " No lo van a lograr, la torre es muy alta"; "que lástima, es muy difícil". En este ambiente la mayoría de los sapos comenzó a desistir, a excepción de uno, que persistió tranquilo, hasta que llegó a la cima de la torre.
Cuando fueron a entregarle el premio, para sorpresa de muchos el sapo era sordo. MORALEJA: Es importante elegir la sordera consciente y que cada uno haga lo que le corresponde y le nazca de su interior.
En muchas ocasiones para poder transitar por el camino correcto, dirigir nuestros pasos sabiamente y asumir con firmeza y determinación todas las responsabilidades: Hay que decir SOY SORDO.