SANTO DOMINGO.- El expresidente de la República y presidente del Partido de la Liberación Dominicana, Danilo Medina, estaría maniobrando internamente a los fines de lograr el control absoluto de esa organización.
Para tales fines, Medina presentaría lo que se denomina “un gallo tapao”, al que promovería como candidato a la secretaría general del PLD.
Este candidato se enfrentaría a las ya anunciados aspiraciones de Johnny Pujols, José Dantés e Yván Lorenzo, quienes tuvieron destacados roles de dirección durante la campaña presidencial de Abel Martínez, aunque el senador por Elías Piña, es de la corriente de Francisco Domínguez Brito.
Aunque el expresidente Medina está visiblemente debilitado después de salir del gobierno, no pudo influir en la elección del secretario general del PLD en 2021, ni en la elección del candidato presidencial en la consulta de octubre del 2022.
No obstante, su liderazgo interno luce fortalecido a raíz de la recolección de firmas de miembros del Comité Central en apoyo a Medina, lo que provoca temor sus adversarios peledeistas.
Informaciones suministradas a N Digital indica que el plan de Medina es influir para tratar de imponer el candidato a la secretaría general de su confianza, tal y como maniobró con la candidatura presidencial de Gonzalo Castillo, en las primarias del 2019.
“Hoy su liderazgo luce fortalecido, y consciente de ello, está siendo implacable en el control partidario, donde no tiene oposición”, indicó una fuente al más alto nivel del PLD.
De acuerdo a las informaciones, la Comisión Organizadora del X Congreso carece de la autonomía establecida en los estatutos y que alegadamente el presidente del PLD la reúne y le marca el paso, ante la mirada pasiva de Cristina Lizardo, quien ejerce de coordinadora.
Las fuentes señalan que la evaluación interna aprobada por el Comité Central, sería “light”, ya que será hecha en presencia de comisiones lo cual anula dicho proceso al limitarse la libertad de expresión de las bases del partido.
El liderazgo Medina se apresta a castrar la evaluación del periodo 2020 al 2024 para que no se establezcan responsabilidades por las derrotas encadenadas en los dos últimos procesos electorales.