Un aumento desproporcionado de la positividad del Covid-19, desbordamiento de los hospitales, estrés excesivo, tanto físico como emocional, del personal médico son los resultados de la irreflexiva conducta de gente que se ha comportado frente a esta pandemia como si la misma ha pasado ya.
Este rebrote del Covid-19 es la historia de un desastre anunciado. Demuestra no solo la irresponsabilidad con la que se ha portado la gente, sino también la premura con la que el gobierno, pensando más en impulsar el desarrollo económico que en la prevención, decidió reabrir el país cuando todavía no estábamos en condiciones para hacerlo.
Desde el principio, el gobierno no fue lo suficientemente proactivo, no previó, al reabrir gradualmente el país, que le daba luz verde a una población, ineducada, proclive al desorden callejero y al bacanal vulgar. El resultado es la situación en la que nos encontramos. Una situación que, potencialmente, puede salírsele al gobierno de control.
Escribiendo para el Diario Libre y haciendo alusión a la inhabilidad del gobierno para controlar la conducta de las hordas alcohólicas que nos han traído a este punto, un redactor afirmó, certeramente, que lo que ha prevalecido en el caso de esta pandemia es ´´el gobierno de la calle´´.
Entrevistado por la periodista Alicia Ortega, el Dr. José Joaquín Puello habló del heroísmo con el que se ha portado el personal médico en el hospital donde labora. Habló también del intenso estress, tanto físico como emocional, por el que están atravesando muchos médicos que llegan a sus casas exhaustos a causa de las largas horas de trabajo para tener solo unas pocas horas de descanso y volver, como soldados, al frente de batalla de esta guerra que no da visos de terminar.
Y bien vistas las cosas, el verdadero enemigo en esta lucha sin cuartel parece ser no tanto el virus, sino los desaprensivos que con su conducta temeraria han causado al ascenso de los casos de infección poniendo una indebida presión sobre los hombros de los médicos que deberían ser reconocidos nacionalmente por la entereza con la que se han enfrentado a esta crisis.
Apoyamos la exhortación que el Dr. Puello le hizo al gobierno para que restrinja los viajes hacia el interior del país durante el fin de semana que culminará con la celebración del Día de las Madres durante el cual miles de dominicanos viajarán hacia las distintas provincias. Tal desplazamiento masivo tiene el potencial de aumentar aún más la positividad, ya de por sí alta, de los casos de infección de este virus letal.
Nos unimos a la recomendación del Dr. Puello y de otros profesionales médicos quienes, al ver de cerca los efectos devastadores de este virus, al estar en la línea de fuego en esta dura batalla, han llegado a la conclusión de que el gobierno debe endurecer aún más las medidas restrictivas porque, dejados a su suerte, los irreflexivos continuarán practicando su conducta temeraria y peligrosa.
Apoyamos también las nuevas medidas decretadas por el gobierno. Pero también lo exhortamos a una vigilancia más activa y a utilizar todo el poder del estado para dispersar las peligrosas reuniones callejeras que pueden llevar a los hospitales y al personal médico al borde del colapso.
Alejando Magno dijo en cierta ocasión que ´´de la conducta de cada uno de nosotros depende el futuro de todos´´.
Nunca como ahora es más cierta esa máxima.