"El hombre más fuerte del mundo, es el que está más solo".
HENRY INSON.
Es preferible enseñarlos a pescar y no darle el pescado.
En los suburbios de una ciudad, se desarrolló una nueva comunidad, donde de manera coordinada todos comenzaron a sembrar árboles, para crear una gran zona verde. Al pasar los meses los árboles de todas las viviendas crecían de igual manera, a excepción de la casa de un científico, cuyos árboles tenían un crecimiento menor.
Los vecinos notaron que no regaba las matas como lo hacían ellos, por lo que se le acercaron para preguntarle la razón de por qué no regaba de manera regular sus árboles, ya que esto estaba haciendo que estuvieran rezagados en relación a los demás. El científico les respondió que con el tiempo les daría la respuesta, porque en ese instante no lo iban a entender.
El vecino que interpeló al científico en relación a las matas y el agua, salió del país y regresó a los tres años, quedando sorprendido al observar el bosque que había crecido en la casa del científico, mientras las demás viviendas no alcanzaban ese nivel. Al poco tempo una tormenta azotó al pueblo, derribando la mayoría de árboles de la comunidad, manteniéndose los de la casa del científico, erguidos y firmes, resistiendo las embestidas de los vientos sin quebrarse.
Al otro día todos los vecinos se dirijan donde el científico para buscar una repuesta de lo que había pasado, el cual le responde, estableciéndoles que el secreto estaba, en que al él no regar de manera continua los árboles, estos tuvieron que desarrollar raíces más fuertes, buscando en la profundidad de la tierra los nutrientes que no llegaban del exterior. "La adversidad los hizo más fuertes y resistentes", fue la conclusión del científico.
ENSEÑANZA:
Está demostrado que mientras más difícil sea obtener apoyo para desenvolverte en la vida, más garras sacarás para sobrevivir, y salir adelante en las vicisitudes, obstáculos y adversidades de la existencia.
Los miembros de la comunidad, al regar todos los días los árboles, sus raíces se quedaron en la superficie, ya que obtenían todo lo que necesitaban para crecer, mientras los árboles del científico al no tener el mismo tratamiento en relación al mantenimiento de agua, momentáneamente no aumentaban su tamaño hacia arriba, pero si lo hacían hacia abajo, creando unas raíces sólidas y resistentes.
La mejor ayuda que podemos darle a nuestros hijos, es lograr que sus raíces sean fuertes y profundas, como única garantía para el éxito en sus vidas. De esta manera podrán soportar con estoicismo, los tiempos duros y tormentosos que inevitablemente enfrentarán en la existencia.
Por esto creo que lo más apropiado, conveniente y razonable, es enseñarlos a pescar y no darle el pescado.