El jueves 19 de septiembre del presente, el Centro Cultural Perelló, me distinguió, entregándome un reconocimiento como “Guardián de la Cultura Banileja”, al cumplir su 13 aniversario de existencia en la comunidad de Escondido, próximo a la ciudad de Baní, en la promoción, revalorización y difusión de la cultura en general, con énfasis en la cultura banileja.
Antes de entregarme la certificación de “Guardián”, expresé mis agradecimientos de vida por la entrega a la cultura dominicana y de manera particular de la cultura donde nací, fuente de mi conciencia y de mis conocimientos culturales, en un auditorio donde no había ningún asiento vacío. El lugar estaba lleno de amigos y amigas de todas las generaciones, lo cual me llenó de inmensa satisfacción y me renovaba mayores compromisos con la cultura.
Mis palabras fueron las siguientes: “Agradezco la presencia de todos, porque es un testimonio de que los que están aquí, son mis amigos y mis amigas. Antes que nada, quiero reverenciar el recuerdo del banilejo Sergio Germán Medrano, mi hermano Héctor Geraldo Santos y Vanahí, su esposa, idos a destiempo, pero como fueron personas triunfadoras de la vida, lo que quiero para ellos es un aplauso y no unas lágrimas.
Baní, originalmente fue una comunidad hatera, dedicada a la cría de ganado, caballos, ovejas y chivos. Y aunque Juan Luís Guerra hubiera deseado, no llovió café, pero los montes banilejos se llenaron de Café y su comercialización transformó toda la vida cotidiana banileja tanto en el campo como en la ciudad. La novela de Billini de Engracia y Antoñita es una muestra de esto. La comunidad de Fundación de Peravia, el popular barrio del Pueblo Arriba de Alicia Baroni y manifestaciones como la Sarandunga fueron impactadas por la presencia del café.
La comercialización del café se convirtió en un desafío y en una tentación. Uno de sus pioneros fue Manuel de Jesús Perelló que fundó INDUBAN, (Industrias Banilejas) haciendo del café un producto de presencia nacional e internacional. Pero el norte de Don Manuel no era la acumulación ciega de capital, ganar, hacer dinero sin límites. Sino que pensó en los jóvenes de su terruño natal y decidió hacerle una biblioteca para su superación. Con el tiempo, se dio cuenta de las limitaciones a nivel cultural de la misma y decidió entonces hacer un centro cultural.
La familia, para honrar una iniciativa tan hermosa y trascendente construyó y mantiene en la población de Escondido, próximo al pueblo de Baní, un impactante centro cultural que hoy cumple trece años en la promoción, difusión y revalorización de la cultura banileja con una visión regional-nacional, donde, gracias a su directora Julia Castillo Mejías, logró que la revista Páginas Banilejas fuera declarada por la UNESCO como patrimonio bibliográfico, tesoro del Caribe, Americalatina y el mundo.
Con motivo de un nuevo aniversario, este centro decidió designar a Dagoberto Tejeda Ortiz como “Centinela de la Cultura Banileja”. En una noche de orgullo y satisfacción de un público que llenó el auditorio y que contó con la participación del Ballet Folklorico del Ayuntamiento Municipal de Baní, la Sarandunga de la Vereda y los Guloyas de San Pedro de Macorís.
¿Por cuales razones el Centro Cultural Perelló me escogió a mí, un banilejo que ha hecho de la cultura y del folklore su pasión, con aportes para Baní y el país? Yo soy profesor meritísimo de la UASD, miembro de número de la Academia Dominicana de Ciencias, con reconocimientos de Cuba, Guadalupe, Venezuela y Puerto Rico. Una distinción de la UNESCO y una condecoración con la orden de Duarte, Sánchez y Mella en Grado de Caballero por el Gobierno Dominicano.
Pero, además, he publicado 23 libros como autor individual y 25 con otros autores. ¿De dónde he sacado yo para los contenidos de estos libros sobre el folklore y la cultura popular dominicana? Por el haber nacido y criado en Baní. Me alfabetizaron en una escuelita particular dos negras cocolas, las más tiernas y hermosas del mundo, que me enseñaron el valor del ser humano, la amista y la solidaridad, más allá del color de la piel y del estatus socio-económico. Vivía en la frontera de un barrio popular, Villamajega, donde conocí el Son, los Atabales y la Sarandunga. Viví también en la frontera del Pueblo Abajo, un barrio pobre, estigmatizado y discriminado por los negros que allí habitaban, donde conocí la fiesta de la Santísima Cruz. Mi mayor escuela fue las vivencias con los panaderos de una que había en mi casa, donde, además de convivir en las jornadas cuando se hacía el pan, compartía las actividades culturales de sus barrios, donde conocí otro mundo diferente a la cultura de las elites españolizadas de Baní. Todo culminó cuando mi padre, un día inolvidable me abrió un baúl que yo no sabía lo que tenía dentro y me dijo: ¡Todos estos libros los he guardado para ti!
Culminó mi visión del mundo, mi vivencia en Brasil durante cuatro años estudiando sociología y luego participar con las manifestaciones populares y la experiencia del trabajo del grupo Convite. Entre mis libros, he escrito tres sobre el folklore y la cultura popular banileja. Uno sobre Bibiana de la Rosa, una curandera santa localizada entre lomas de San Cristóbal y Baní, otro sobre los Chuines, demostrando que el único lugar del mundo donde hay Chuines es en Baní y un tercero, el único libro publicado sobre la Sarandunga, demostrando que ella no es haitiana como había proclamado parte de la tradición y los investigadores, sino que es banileja y actualmente la manifestación cultural más trascendente del cimarronaje en el país.
En una columna fija los martes, en Acento Punto Com, he destacado más de 15 trabajos sobre Baní y los Banilejos trascendentes, como el generalísimo Máximo Gómez, Carmita Landestoy autora del libro antitrujillista “Yo También Acuso, José Homero Bello, único guerrillero banilejo del 14 de junio, Héctor Gerardo, triunfador y vencedor de prejuicios y discriminaciones, Felito Peguero, mártir antitrujillista y Sergio German, héroe del 14 de junio.
Como guardián de la cultura banileja, he entregado al Centro Cultural Perelló, la colección más completa sobre historias locales, 277 números de la Revista Páginas Banilejas y más de 30 documentales sobre el folkore y la cultura popular dominicana. ¡Gracias Baní! ¡Gracias al Centro Cultural Perelló!!Que viva el Cucurucho de Peravia! ¡Qué viva San Juan Bautista! ¡Que vivan los Chuines! ¡Que viva la prieta Virgen de Regla¡!Que viva Bibiana de la Rosa!¡Que viva el banilegismo!!Que viva el banilejo siembra hielo!¡Ofrézcome vale!”