Ayer venció el plazo, Jacques Viau, para decirte gracias
y reconocerte entre los múltiples rostros
que deambulan por estas calles
rotas por la vorágine del día a día;
no hubo la oportunidad para desandar tus pasos
y desenterrar la angustia
clavada en las heridas de tu cuerpo,
tu alma hecha poesía en la batalla de otros tiempos;
se despertaron ellos, Jacques Viau,
sedientos de patria para saciarse vacios y temores
tan antiguos como las sombras de los helechos
y se olvidaron lo tristes que se ven las hijas de Pití
comiendo pan vacío sobre el polvo de Pedernales;
se quedó el cielo sin aves, Jacques Viau:
todas volaron a beberse tus lágrimas
en la soledad de tu tumba olvidada
por las arengas y lealtades fingidas;
ennegrecen las nubes en las alturas de la frontera
sobres las espaldas sudorosas de negros y negras
espantados por el reloj de la angustia recurrente
y el advenimiento impostergable de las carroñas;
hoy fueron despreciados tus afines en Jamaní, Jacques Viau,
mañana seré yo en Aravaca, Ponce
o cualquier otro país donde poco valga
la sonrisa milenaria de lo humano;
así no quiero yo una patria, Jacques Viau,
ni un abrazo de gente forrada de espinas
y expeliendo odio cada vez que remoja su lengua;
ayer venció el plazo, Jacques Viau, para decirte gracias,
para decirte toma estos sueños y juntos naveguemos
este mar de horizontes ahogados
en que nos han vuelto la vida los de siempre;
así no quiero yo una patria, Jacques Viau,
así no quiero ser excluyéndote de lo que soy,
descarnando tu cuerpo contra el filo irreverente del prejuicio
para negarte el altar de los caídos de este pueblo,
así no quiero yo una patria, Jacques Viau[1].
©Dió-genes Abréu
Artista Plástico y escritor dominicano residente en New York
Junio 2015
New York
[1] Jacques Viau Renaud, poeta domínico-haitiano muerto en combate en Santo Domingo, mientras luchaban contra la ocupación gringa de 1965.